Capítulo 4

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Primero quiero aclarar, Holi, sorry por no actualizar la vida se me volvió loca jajsjs mejor se puede decir. Espero les guste

Pasado [1965]~

Estella estaba en su habitación, estaba sentada en su escritorio con un Bloc de hojas y lápices diseñando algunos figurines de moda aprovechando cada segundo de paz sin que su madre esté tras ella. Buddy estaba al lado suyo, aunque la Baronesa no le permitía tener a su mascota en su habitación, le gustaba romper las reglas.

La puerta se abrió y vio a John entrar con ropa formal.

"Buenos días señorita Estella, su madre quiere que se ponga esto y baje a desayunar"dijo amablemente John.

"¿Y eso me tendría que siquiera importar?"preguntó irritada"No usaré eso".

"Son órdenes de su madre, señorita".

"John, dile que si quiere verme con eso puesto que tome una de sus malditas sientas de nueve minutos y sueñe, porqué yo no me lo pondré".

"Su madre no tiene paciencia y lo sabe, ¿No quieres hacerla enojar no?".

"Nada me gustaría más que verla retorcerse del enojo"respondió Estella"Lo siento"suspiró"Adiós Cruella, Hola Estella".

"¿Cruella?".

"Nada. Cosas mías John"le dijo Estella sin darle importancia.

"Al menos baje a desayunar".

"Está bien John, bajaré".

"Gracias señorita Estella".

"De nada John".

______________

Estella bajó a la mesa donde se encontró con su madre, ella la miró de arriba a abajo con la ceja levemente arqueada.

"¿Sé puede saber porqué no tienes puesto lo que ordene que te pusieras Estella?"preguntó la Baronesa.

"Si me preguntas, No. No se puede"respondió con una sonrisa autosuficiente.

"No te atrevas a hablarme de ese modo, Estella"advirtió.

"¿Y si lo hago que harás? ¿Castigarme? Vamos, hazlo. Preferiría estar en mi habitación que aquí contigo".

"Oh, mi dulce y ingenua Estella. Que tonta eres, ¿Crees que solo haría eso? No sabes nada sobre mi, yo te haría sufrir, llorar, suplicar y eso solo será música para mis oídos".

"¡Si tanto me odias! ¡¿Porqué razón abriste las malditas piernas?! No es mi culpa de que quedes embarazada, y ¿Sabes qué? Yo no pedí ser tu hija, si se pudiera elegír preferiría no haber nacido".

La baronesa se levantó de su asiento de un tirón y miró fijamente a su hija.

"¡No me hables así! ¡Soy tu madre!".

"¡Mi madre, está muerta! ¡Tú no eres mi madre!".

La Baronesa levantó su mano para abofetear a su hija pero en eso llega John y la detiene.

"¡Baronesa! ¡Es solo una niña!".

"Sí, una niña que debe aprender a comportarse y obedecerme"dice con desdén.

"Creo que no debería ser tan dura con ella"comentó John.

"No te metas en mi forma de criar a mi hija".

"Está bien John"dijo Estella"De todos modos tal vez si me pase un poco".

Porsupuesto que no se arrepentia, no de eso.

Presente Liberty of London

Hace dos semanas Estella había comenzado a trabajar para Madame Mabel en Liberty, No era como imaginaba, pero algo es algo ¿No?.
Dos semanas y ya había hecho un desastre, su jefa se creía mucho por tener empleados incompetentes que hacían escaparates horribles, Si era sincera.
Para ser la hija de una de las personas más icónicas ver eso era una abominación.

Una abominación que mejoraría.

Esa noche, pasada de copas, Estella decidió cambiar todo el escaparate, el papel de diario le quedaba bien a la tela, además del fondo, estaba orgullosa de su trabajo.

Bueno... Tal vez no debió haber tomado demasiado; al ser derpertada por el sol brillante quemando su cara y Horacio tocando la ventana se despertó.

Esperen un momento ¿Sol? ¡¿Horacio?! ¡¿Ventana?!

Estella se preguntaba en que momento había hecho todo ese trabajo.

-Vemos, seamos sinceras, así te ves mejor-le dijo al maniquí.

Anita, su amiga. Abrió la puerta trasera de la vidriera y la ayudó a levantarse.

-¡Vamos Estella! ¡Madame Mabel está furiosa!-.

-Pero no me dirás que así no se ve mejor...-dijo Estella mientras era arrastrada afuera de la vidriera.

Todo estaría tranquilo.. ¿O no? Por alguna razón siempre había un pero.

¡La Baronesa!

Estella abrió los ojos como platos al escuchar ese título.

Mierda.

-¡Anita!-llamó Estella a su amiga-¡Mierda! ¡La Baronesa no puede vernos!-.

-¿Porqué no Estella?-preguntó confundida.

-Luego te lo digo-dijo sin darle importancia y se escondieron de tras de unas vitrinas.

Madame Mabel pidió que sus guardaespaldas atrapen a Estella. La Baronesa llegó.

-Hola, querida-empezó Madame Mabel-Qué bueno verte otra vez-.

-Qué lástima que yo no piense lo mismo-dijo con mero desdén la icónica mujer.

-¿Y eso porque? Me duele que digas eso-.

-Ya deja el papel de buena mujer Mabel, Ninguna de las dos está felíz por verse otra vez. Solo vine por el escaparate, ¿Quien de tus sucios empleados lo hizo?-.

-Una chica, pero ya no trabaja para mi, por suerte, ya la despedimos-.

-Supongo que si ya no trabaja para ti puedo quedarnela ¿No?-.

-¿Para qué la quisieras? Es horrible su trabajo, una niña idiota-.

-Aquí la única idiota eres tú querida Mabel, esa niña ha hecho el mejor escaparate desde.. Bueno, siempre-.

-¡Atrapenla!-ordenó Mabel para que atraparan a Estella.

Estella estaba muy concentrada escuchando la conversación que no se dio cuenta de que dos guardias la agarraron por los brazos y la llevaron con la Baronesa.

-Aquí tienes a la chica, ¿Te la empaco con moño? ¿O quieres también que la envuelva en papel de regalos?-Dijo con sarcasmo Madame Mabel.

-¿Cómo te llamas?-preguntó la Baronesa a la mujer más joven.

Estella lo pensó, no podía decirle su nombre real, la Baronesa no podía descubrir quien era en verdad.

-...Cruella-dijo al final-Cruella De Vil-.

The Baroness's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora