Izuku Midoriya, el chico por el cuál todas las mujeres de mi escuela se derriten. Yo, la típica nerd y chica aburrida. ¿Conclusión? Me hacen bullying todo el maldito colegio. Suerte que estas tú para escucharme, te amo diario.
[Historia No Oficial]
Hoy es un día lluvioso. Camino por los pasillos de la escuela apurada.-Oye-escucho una voz muy familiar detrás mío. Cuando volteo allí veo a Izuku.
-Hola-lo saludo y continuo caminando. Escucho como suspira y camina hasta quedar a mi lado.
-¿Por qué me ignoras?-me pregunta el y yo solo me concentro en llegar a tiempo a mi clase.
Te ignoro por que me llevaste al vestidor de tu club y todos me vieron como otro trofeo más para tu colección.
Unas chicas pasan por delante de nosotros y se ríen al verme. Esto me preocupó, así que caminé hasta chocar con ellas.
-¿De qué se ríen?-les pregunto chocando mi mano contra un casillero y encerrandolas.
Ellas se miran y luego me contestan.-A ti no te diremos nada trofeo- "trofeo" eso me suena...
-¿Y a mi me dirán algo?-la voz de Izuku suena otra ves, el peliverde está detrás mío y cuándo las chicas lo miraron se sonrojaron.
-Claro Izu-kun-dijeron ambas y casi vomito del asco.-Hay fotos de ambos que estaban en el vestidor-lo sabía.
-¿Y eso que tiene que ver?-preguntó Izuku no sabiendo del tema. Ambas se miran.
-Pues... Allí llevas a todas las chicas luego de follartelas en las duchas. Le das un short, una remera y listo-responden ambas.
Ya no puedo escuchar esto, salgo corriendo de allí. No veo bien por dónde estoy llendo, choco con varias personas.-Ten más cuidado trofeo-es lo que llego a escuchar aveces.
Cuando salgo afuera no dudo en caminar por las calles, apesar de que está lloviendo. Cuando llego a una esquina, el semáforo evita que pueda cruzar la calle así que espero.
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De repente las gotas que caían en mi cabello dejaron de caer allí. Escucho el ruido de algo como tapando las gotas.
Cuándo me doy vuelta para ver, veo allí a conejo con un paraguas evitando que me moje. Él saco una hoja de su bolsillo que dice "Sigueme". Asiento con la cabeza y ambos nos quedamos en silencio.
