no sigas al gato

62 0 0
                                    

En la banca se encontraba pensando otra vez:
"¿Por qué no tengo amigos?"
Colette, era el nombre de la dueña de aquellos pensamientos. Que se encontraba un día más en el patio del edificio de dónde vivía preocupada por aquella terrible sensación de soledad. Apenas tenía 16 años. Y sentada desde aquella banca captó su atención un gordo gato de una agradable combinación de colores blanco con negro, el cual la distrajo de su pesar un momento:
El gato se acercó.
Se sentó muy muy cerca frente a ella... y la miró fijamente.
colette lo miro también y procedió a acariciarlo mientras le decía con ternura: "que chico tan lindo"
El gato comenzó frotarse entre sus piernas: mientras ella dejaba su mano colgando entre ambas pantorrillas, sobre el gato y dejaba que mientras él se frotaba: pasara en sixsag por debajo de su mano e interin se acariciara solo. "Que dulce" continuo colette.
"Sabes... Ya me lo han dicho"
Sumamente sorprendida colette alejo su mano del gato y levanto ambas como si le estuvieran diciendo <<¡manos en alto!>>
El gato siguió frotándose.
colette dijo.
"¿Cómo...? ¡¿Hablas?!"
El gato dejo de frotarse
"Ah si... Solo con personas que me caen bien."
Dijo el gato con un aire de tranquilidad impresionante.
Colette lo miraba atónita.
"No te preocupes" dijo el gato "no eres la única que habla con los animales"
"¿Ah no?"
"No... La loca del parque habla con las palomas, es gracioso por que ellas no hablan"
Eso no la hizo sentir mejor. Pero le entró la curiosidad.
"¿Y que animales si hablan?"
"Solo los gatos"
"..."
"¿Te ocurre algo humana?, Te ves triste..."
A Colette le pareció extraño contarle sus problemas a un gato. Pero en vista de que no tenía a nadie más procedió a explicarle.
"Me siento muy sola, no tengo amigos"
El gato parecía sorprendido.
"¡¿Tu?!... Pero si eres tan bonita, ¿Enserio nadie te quiere?" dijo el gato burlescamente...
Colette miró Al gato con rencor.
"Bueno..." Dijo el gato y continuó,
"entonces, Sígueme".
El gato se dirigía a la salida. Colette lo miraba sin decir una palabra hasta que había salido del edificio. El edificio tenía una forma cuadrada, con un hueco rectangular en medio que era el patio.
La entrada tenía una puerta de cristal blindado antes de llegar a una segunda puerta, que era la puerta del patio, y estaban abiertas. Y Colette salió.
"¿A dónde me llevas?" Dijo Colette.
"Vamos a hacer amigos" el gato vociferó campante.
Y siguieron caminando durante unos 30 minutos. Hasta que finalmente.
"¡Hemos llegado!" dijo el gato.
Colette exaltada dijo:
"¿Aquí?... Pero, no hay nadie"
"Mejor... ¿no crees?"
"Pero... ¿Por qué?"
"humana" El gato suspiró cansado de la incomprensión y tanta pregunta y continuó. "Te diré algo. siempre te sientes sola. Por qué no has aprendido vivir contigo misma"
"No entiendo" dijo Colette.
"Cómo sea, ¿quieres un amigo? "
"Supongo" Colette se encogió de hombros...
Se encontraban fuera de una tienda abandonada construida con ladrillos que estaba en una esquina.
El gato dijo.
"Últimamente acabo de perder una de mis 7 vidas, Te propongo algo, si logras atravesar ese muro seré tu amigo, si no, me darás tu vida"
Colette creyó que sería muy fácil. Pues la pared estaba casi abierta. Sería quitar del muro unos cuantos ladrillos sueltos de abajo para poder pasar. Pero ella no noto la vista que esos ladrillos le obstruían del suelo del otro lado:
Colette pasó sobre los ladrillos. Y del otro lado cayó desnucándose dentro de un agujero oscuro de unos 3 metros que dirigía al drenaje.

Colette estaba detrás de la banca acostada en el suelo mientras finjia haber caído por un gran agujero y estar muerta.
El gato la seguía viendo.
entonces de finjir estar muerta se sentó en el suelo. Entre todo lo imaginado se había parado en la banca y se había dejado caer, simulando que descendía en un agujero de 3 metros:
El gato la miraba en silencio. Entrando en la realidad, sentada en el suelo Colette le dijo al gato. "Vaaaya, ¿por qué ya no hablas?"
El gato seguía inmóvil, cuando procedió a lamer su pata izquierda una mujer con traje de enfermera salía al patio del edificio En donde se encontraba Colette.
En realidad resulta que nunca salió de ahí:
La mujer uniformada se acercó al gato mientras decía:
"Shu, largo. Aquí no se permiten animales" y lo cargó con ambas manos, continuó.
"Lo siento Colette, sabes cuáles son las reglas"
"¡Alto!, Mi amigo..." Dijo Colette con la mano extendida hacia ambos mientras se iban.

La enfermera dejaba al gato suavemente en el suelo afuera del edificio para acto seguido introducirse por la puerta. El gato permaneció ahí, hasta que dos chicas adolescentes se acercaron a el fascinadas.
"Mira que lindo y esponjoso" dijo una de ellas, a lo que la otra respondió. "¿Recuerdas a Colette? Se parece al gato gordo y peludo que tenía ella... ¿Que habrá sido de ella?"
La otra chica contestó:
"Colette comenzó a aislarse: simplemente un día no la volvimos a ver: nadie sabe que le pasó..." su mirada transmitia lamento "era una buena amiga"
"Si"
El gato se apartó de las caricias: subió al letrero que indicaba de que era el edificio.
Una de ellas pudo leer
<<Hospital psiquiátrico San Rafael.>>
La otra dijo.
"Bueno... Este donde esté. Espero que nos recuerde".

no sigas al gato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora