Volver a su país de origen después de tantos años no es tan doloroso como creía. Quizás porque no están en Daegu, último lugar en el que pasó los mejores momentos de su vida, si no que se encuentra en la capital, Seoul.
Todo es tan diferente a lo que recuerda. Los edificios gigantes por todos lados, rascacielos, coches a montones... Si es cierto que vivió la evolución de todo ello en otros países no termina por compararse al cambio radical en el que se vio envuelto Corea del Sur en las últimas décadas.
Siguiendo a sus mayores por las calles ajenas para él, terminan por llegar a un vecindario diferente, amplio y con casas bastante grandes y lujosas. Sin embargo nada se compara con la pedazo de mansión que se encuentra en el medio, rodeada por las demás. Es claro para él que se trata de la casa principal del clan en la que deben de convivir la gran parte de vampiros y en la que a partir de ahora vivirá él con sus hermanos.
Varios miembros les observan entrar en el territorio con algo de tensión, quizás al acecho de sus intenciones. Seokjin les ignora y lidera el paso de los demás hasta la puerta principal de la mansión, la cual parece más un castillo que otra cosa.
Llama al timbre como si no hubiesen sido olidos por los demás vampiros desde hace kilómetros, pero los modales son los modales. No deben esperar demasiado antes de que una chica de cabellos castaños con mechas azules les de la bienvenida. "Seguidme" es lo primero que les dice. "Tenéis zapatillas recién compradas a vuestra izquierda" señala una de las tantas zapateras en la entrada.
Espera a que se deshagan de sus zapatos y se calcen con las zapatillas, comenzando así a caminar. "Nuestro líder os espera en su despacho" continúa.
La casa no parece estar llena como esperaban, pues las salas y pasillos están desiertos. "¿No hay nadie en la casa?" pregunta Namjoon.
"Oh, sí" responde. "Es solo que es hora de entrenar y el gimnasio está bajo la casa" señala una puerta y un ascensor al lado. "Podéis utilizar las escaleras o el ascensor una vez estéis instalados y queráis entrenar."
"Gracias, eso es... Magnífico" agradece el mayor de los cuatro, sorprendido de las dinámicas del clan. No esperaba que tuviesen actividades como esas.
Se detienen frente a una puerta doble de madera y la chica hace una reverencia. "Mi nombre es Yeji, mi más sincera bienvenida a nuestro clan. Espero que os sintáis cómodos" se presenta antes de dirigirles una mirada y retirarse por el pasillo de nuevo.
"Que amable, ¿no creéis?" la mirada de Namjoon se posa en los menores, que parecen estar en otro mundo en lugar de ahí con ellos, por lo que suspira pesado.
Tras llamar a la puerta y escuchar la voz de Yoongi al otro lado permitiéndoles la entrada, se adentran en el despacho. El lugar está bien amueblado y la luz del exterior lo ilumina todo a la perfección sin necesidad de luces artificiales.
"Seokjin, Namjoon" llama a los vampiros mayores. "Bienvenidos a los cuatro" se levanta de su silla, rodeando el escritorio y situándose a varios pasos frente a ellos. "Jimin y Jungkook... He escuchado mucho sobre vosotros, espero que estéis cómodos en el clan."
El primero en elevar su mirada es Jimin, que nerviosamente comienza a jugar con sus manos. "Gracias" responde en un simple susurro.
Jungkook simplemente asiente, desinteresado con lo que sea que el pelinegro les diga. Si fuera por él no estarían ahí y está seguro de que Min Yoongi lo sabe.
"Discúlpales, no son muy abiertos con gente que no conocen" se disculpa Jin.
"Lo comprendo, soy igual" ríe sin darle realmente importancia. "Antes de enseñaros vuestros cuartos o la casa en general me gustaría presentaros a alguien" les explica. "Pero como siempre se ha olvidado de que llegabais hoy y está con los vampiros más jóvenes del clan en la zona de entrenamiento."
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Sorry ღ kookv
FanfictionTaehyung era humano y aun así aceptó a Jungkook, un vampiro, como si fuera uno más. Sin embargo el destino es cruel y les separó en cuanto Taehyung fue asesinado cruelmente por su pueblo tras enterarse de que supo de la existencia de vampiros y nunc...