1

18 0 0
                                    

Cereza, fresas, moras y arándanos frescos sobre un lecho de porcelana. Montañas altas inundadas de que el maravilloso polvo blanco junto a valles profundos y penumbrosos. Dos ríos abundantes. Uno hallado en la selva trasera naciente de un gran diamante incrustado en lo más profundo. Y el otro, mágico como el mismo, naciente de una gran roca que apareció rápidamente y a la misma velocidad se incrustó en una gran pradera empezó a brotar aquel bello líquido.
Lluvia cayó y truenos se oyeron más de poco sirvió pues la sequía no curó. Y aquellas dos esmeraldas situadas en la cumbre vieron en el tiempo pasado y toda la vida de ese hermoso mundo voló sin alas.

Pequeñas cosas que escribo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora