❝NO ESTOY LISTO❞.

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Temporada de Cerezos.

Cuando los árboles de cerezo florecen, resulta un espectáculo visual muy hermoso y agradable. En la ciudad se pueden apreciar desde diferentes lugares y uno de ellos era el parque por el que Hisoka Morow caminaba apacible.

Es un sitio muy agradable... Uno de los mejores lugares para ver los cerezos. ¿Por qué me habrá citado aquí?

Una solitaria banca, oculta entre los altos arbustos, era ocupada por un hombre de atuendo oscuro y gabardina café. Sus botas a juego lo hacían lucir más apuesto de lo usual. Totalmente irresistible pensaba Hisoka.

—Te tardaste.

—Es el precio a pagar por unos bollos de carne calientitos —puso la bolsa de papel que le correspondía casi delante de sus narices.

—Gracias —respondió mirándole mal por el gesto, pero de igual forma tomó la bolsa amablemente.

Hisoka se sentó abriendo su propia bolsa de papel y sacando un bollo para darle un mordisco hambriento.

—Entonces... ¿Qué pasó con ella?

Hisoka esperó a tragar el bocado para responder.

—La dejé...

—¿Qué salió mal?

—El sabor de su ropa interior —y dio otro mordisco—, también la forma en que comía, no entiendo cómo seguía tan delgada si comía tanto.

—¿Eso no es bueno? Las chicas que se alimentan bien seguro son saludables —Chrollo mordió su bollo por primera vez, el de él era tan jugoso que aun dando un mordisco pequeño, el guiso se coló a la comisura de sus labios.

—Tal vez sea que... —miró la mancha de Lucilfer y lamió su pulgar—, estoy acostumbrado a esta pequeña boca —pasó su dedo húmedo limpiando la comida en la boca de Chrollo.

El otro no se inmutó y siguió comiendo con tranquilidad.

—¿Qué hay de ti? ¿Saliste con la chica que te presenté?

—Sí —bajó su comida dentro de la bolsa y la descansó en su regazo—. Era demasiado aburrida, necesitaba un poco de excentricidad pero no entendió bien a lo que me refería.

—Tal vez podrías intentar acercarte a ella de nuevo...conmigo incluido —opinó con una voz demasiado sugerente, acompañada de una mirada completamente sexual—. Podría tomar a cualquiera de los dos.

—Mira la edad que tienes, ya no estás para esos trotes Hisoka.

—¡¿Qué quieres decir con eso?! —respondió "indignado" —, ¡todavía no estoy tan viejo!

Una risilla traviesa se escapó de Chrollo y quedaron en silencio luego de eso.

Un hombre cargando un niño con una mujer a su lado pasaron frente a ellos en el parque, fue imposible no fijar la mirada en ambos, parecían una pequeña familia feliz.

—Parece que somos unos fracasados en esto ¿no?

—Es como si no tuviéramos suerte con las mujeres en absoluto... Tal vez nuestras expectativas son muy altas.

La pareja pasó de largo y se alejó de ellos.

—Quiero casarme...

Hisoka apretó sutilmente la bolsa de comida entre sus manos y bajó la mirada al suelo.

—Chollo... No te preocupes, definitivamente encontrarás una buena persona.

Lucilfer se levantó, se puso frente a él y le dedicó una especie de sonrisa con los ojos achinados. Le entregó la bolsa de papel a Hisoka.

Regalo de Cumpleaños. [HisoKuro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora