Capítulo 1

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(Ya no es 1 de septiembre, pero finjamos que si)

POV narradora

Eran las 07:00 am, en ese momento suena la alarma de su celular. La argenta, perezosamente, la apaga. De la misma manera se sienta en su cama, estirando los brazos y bostezando.

- *bostezo* bien, hora de comenzar a arreglarse para no llegar tarde -dijo en voz baja.

Se levanta y se dirige al baño de su habitación.
Hace sus necesidades, se cepilla sus dientes, lava su cara con agua fría para poder despertarse mejor. Se mira detenidamente en el espejo.

- Que sueño, amigo, que paja ir a la reunión -dijo antes agarrar su peine/cepillo y salir del baño mientras desenredaba su cabello. Se dirigió al armario y sacó su ropa formal, una pollera/falda negra que le llegaba un poco más abajo de las rodillas, una camisa blanca, un abrigo negro, un moñito en el cuello, también negro, y por ultimo los tacones del mismo color.


Puso la ropa arriba de su cama y dejó su cepillo en la mesita al lado de la cama. Comenzó a vestirse. Al terminar dejó su pijama guardado en el armario.
Se peinó haciéndose un rodete alto, pero no demasiado exagerado.


Agarró su celular, salió de la habitación y se dirigió a la cocina. Preparó su desayuno: café con leche. Hubiera tomado su mate de siempre pero no quería tardar mucho y llegar tarde.

- Que aburrido che, me hubiera traído las cartas del UNO, pero, ¿y con quien iba a jugar?, ahhh, ya mejor me voy -dijo antes de ir a lavar la taza y agarrar su maletín- llevemos el jugo Baggio por si acaso -acto seguido abrió la heladera y sacó el juguito que había puesto anoche a enfriar.

Lo guardó dentro del maletín, bien acomodado porque tenía unos papeles y carpetas. Salió de su cuarto, caminó por el pasillo hasta el ascensor. Entró y presionó el botón para bajar, ya que ella estaba en el piso 27 del hotel.

Si, no estaba en su casa, estaba en un hotel, específicamente en Canadá, ya que allí se realizaría la reunión.

Al terminar de bajar, caminó directamente a la salida. Al estar afuera pidió un taxi y se subió.

- Oú est-ce que je vous emméne, mademoiselle?-dijo el taxista (¿a dónde la llevo, señorita?)-.

- Sur La Colline du Parlement, s'il vous plait -pronunció en un casi perfecto francés (A La Colina del Parlamento, por favor).

- Oh, vous êtes la République Argentine? -(Oh, ¿usted es la República Argentina?).

- Oui -(Si).

- C'est un plaisir de le porter -dijo emocionado (Es un placer llevarla).

- Merci -dijo mostrando una pequeña sonrisa (Gracias).

El viaje transcurrió en silencio, pero no uno incómodo. Si mirabas al taxista podrías ver que estaba algo emocionado.

~Yankee Boludo~ {USA x Arg fem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora