Estoy luchando por ti.

2 - Jasper

Jasper

Vacío
Solo eso siento.
Hoy.
El día que mi hijo llegaría al mundo.
5:00 de la mañana, hora local. Me despierto sobresaltado. Las mismas pesadillas de todos los días.
No puedo estar otro segundo más en la cama, por lo que me levanto.
Tomo una ducha y me visto para un día laboral.
No puedo evitar darle una pequeña mirada a Sam. Este es un día doloroso para los dos.
Ayer cuando llegue, no lo encontré como siempre esperando por mi, si no que estaba en la cama sollozando, no pude acercarme, me parte el alma verlo de esa manera, aunque se que yo soy el mayor culpable.
Podre de mi amor, si entendiera que no es su culpa.
Apartó la vista y salgo de este lugar que antes solía llamar hogar.

Soy el dueño de una gran e importante empresa de telecomunicaciones, que me hace ganar montones de dinero.
Dicen que el dinero no compra todo, lo creí una tontería, hasta que ni todo ese dinero pudo salvar la vida de mi hijo.

Al llegar a mi destino entro al gran edificio, subo hasta el último piso donde me encuentro a mi secretario esperándome. Con una mirada le digo que lo quiero en mi oficina a lo que el gustoso se levanta y me sigue. Cierro la puerta una vez estamos dentro.
Me siento en mi silla y observo a mi secretario.
Su nombre es Ryan, cabello lacio y rubio, ojos azules, un poco más bajo que yo y delgado. Lindo pero común. Nada comparado con mi bello esposo, con su cabello pelirrojo y risado, sus ojos verde esmeralda, su piel blanca, su figura pequeña y su cuerpo lleno de curvas, simplemente hermoso, estoy consiente de ello, pero no lo engaño por que sea feo o me halla aburrido de el. Es solo que no puedo verlo a la cara o estar a su lado sin que la culpa me ahogue. Meterme con mi secretario no es la manera de arreglar mis problemas, pero puedo liberarme y distraerme con él.
Le hago señas con el dedo para que se acerque.
- ¿Qué puedo hacer por usted,  señor?.- Pregunta mirándome con fingida  inocencia.
- Ponte de rodillas.
Él lo obedece enseguida, me desabrochó los pantalones y los bajo junto con el bóxer. Mi erección sale de su encierro golpeando mi estómago.
- Abre la boca para mi.- Le ordenó al rubio.
Suelta un jadeo y hace lo que pido, meto la punta de mi polla en su boca y empiezo a frotarla con su lengua.
- Serás una buena puta para mi y vas a hacerme una mamada hasta que me corra, después te irás a trabajar, entendido.
- Si, señor.- Susurra cuando saco mi miembro para dejarlo responder.
Toma mi polla con la mano y lame la punta para luego meterla casi toda. Cierro los ojos y solo disfruto de la sensación.
A sido de esta manera desde que nuestra aventura comenzo, nunca lo he besado y el sexo jamás es delicado, si no lo contrario.
Él sigue subiendo y bajando, chupando y descubriendo sus dientes para rozar mi pene ligeramente, es un puto profesional. Siento como el calor del orgasmo se va acumulando en mi pelvis, tomó su cabello y embisto su boca hasta tocar el fondo de su garganta. Doy unas cuantas estocadas más y me libero con un pequeño gemido.
Ryan se traga mi semen y se limpia los labio. Recupero mi respiración poco a poco.
- Puedes irte.- Le digo sin mirarlo.
Escucho la puerta abrirse y cerrarse. Suspiro y me dejo caer por completo en la silla.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Son las cuatro de la tarde cuando me permito un descanso, no he parado de trabajar, me salte el almuerzo y tampoco desayuné.
Hago estiramientos para relajar un poco mis músculos agarrotados.
Dispuesto a salir por algo de comer me dirigo a la puerta para salir y buscar comida. Apenas la abro un poco la puerta, me detengo sorprendido.
Esta aquí una visita inesperada.
- Hola.- Saluda a Ryan, su voz es ronca y triste, no es la voz cantarina y dulce que solía ser, hace meses que no escucho mas que monosílabos de él
- Hola, buenas tardes, tiene cita.- Pregunta Ryan sin mirarlo.
- Amm, no.
- Lo lamento, el señor Crawford está muy ocupado, si no tiene cita no puede atenderlo.
- Podría decirle que soy su esposo.
- ¿S-su esposo?.- Pregunta nervioso Ryan levantando la mirada rápidamente.
Decido salir haciéndome el sorprendido, antes de que Ryan diga alguna estupidez.
- ¿Sam?¿que haces aquí?
Camino hasta estar frente a él, esta vez no apartó la mirada de su rostro. Mi corazón se rompe al ver su condición.
Esta mas pálido y delgado de lo normal, sus mejillas huecas, ojeras tapadas con maquillaje y su ropa le queda enorme por la pérdida de peso, se ve tan frágil.
Sus ojos no tienen la luz que solían tener, aun así cuando me mira se iluminan.
Me sonríe, y yo sonrió por reflejo.

                                      [[{<>}]]

No te estoy culpando.
I'm not blaming you.

Es como si estuviéramos gritando sin sonido.
It's like we are screaming with no sound.