☂︎𝐼'𝑙𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢☂︎

☂︎D̶i̶e̶z̶☂︎

Mientras Izuku le mostraba su quirk a Eri los demás habían salido también al jardín para ver lo que estaban haciendo. Debían admitir que la imagen era en extremo enternecedora, ver a la peliblanca reír así luego de tanto tiempo era reconfortante para sus corazones.

—¿Qué puedes hacer con tu quirk Izu? —preguntó la niña.

—Mira bien. —sonrió creando una pequeña daga, respirando con tranquilidad posó su mirada en un árbol para segundos después lanzar el arma y clavarla con fuerza y éxito.

—¡Genial! —exclamó con sus ojitos brillando de emoción.

—Eso fue...impresionante y un poco intimidante debo admitir. —habló Mirio.

—Y no ha tenido que luchar contra él. —dijo Mina soltando un suspiro.

—¿Les dio una paliza? —rió bajo.

—Sus profesores son Endeavor y Mirko, no es justo. —refunfuñó Denki.

—Eso explica muchas cosas.

En tanto ellos entablaban una pequeña conversación, el peliverde junto a Eri tenían su propia charla. La curiosidad de la pequeña era muy fuerte por lo que no pudo evitar hacer muchas preguntas sobre el mundo de Izuku, éste no se molestó en lo más mínimo en dejar alguna duda, respondiendo todo con tranquilidad y sumo cuidado.

—¿Entonces todos nosotros estamos en tu mundo?

—Así es, la gran mayoría están allí — respondió—. Dime Eri ¿conoces a unos niños llamados Kota, Mahoro y Katsuma?

—Sólo un poco...los conocí gracias a Izu-chan pero no los veo desde...

—Está bien, no tienes que decirlo —acarició su cabello para distraerla de los malos pensamientos—. En mi línea temporal ustedes son mejores amigos, vienen todos los fines de semana y jugamos mucho. Vamos al cine o parques de diversiones. —dijo con una sonrisa.

—Debe ser muy divertido.

—Lo es, son buenos niños, y estoy seguro que aquí también lo son.

—Izu...

—¿Qué sucede? —cuestionó preocupado ya que el ánimo de la niña había cambiado repentinamente.

—T-Tú...¿te iras?

—Eri... —el pecoso la tomó en brazos para sentarla en sus piernas—. No me iré ahora.

—¿En serio...?

—Si pero en unos meses debo hacerlo, en mi hogar me necesitan. Mis amigos están en problemas y necesito ayudarlos.

—Pero no podré verte nunca más.

—Eres la niña más fuerte que conozco, Mirio-senpai me dijo un poco por lo que haz pasado, y estoy seguro que podrás seguir adelante. Aún sin mi.

—No creo poder...

—Yo si, lo harás, ¿y sabes por qué?

—¿Por qué...?

—Porque él te dio el valor que necesitabas y te dejó en manos de personas que te quieren y te apoyaran el resto de tu vida. —dijo dirigiendo su mirada al grupo de personas que no disimulaba ni un poco que los observaba.

—Izu ¿puedo pedirte algo...?

—Por supuesto.

—¿Podría venir a verte de vez en cuando? hasta que te vayas.

—Me encantaría, hablaremos con Aizawa-sensei y Mirio-senpai al respecto. —Eri sonrió de oreja a oreja y abrazó con fuerza al pecoso quien correspondió a gusto.