☂︎𝐼'𝑙𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢☂︎

☂︎N̶u̶e̶v̶e̶☂︎

Las semanas habían pasado y hacía ya un mes que Izuku se encontraba varado en esta línea temporal. La relación con todos había mejorado, dentro de lo que cabía, las cosas con aquellas cinco personas se mantenían igual de tensas pero al menos ya no peleaban con frecuencia, por otro lado Iida, Shinso, Tokoyami y Jiro se habían convertido en las personas más cercanas al pecoso.

Pasaban los ratos juntos, almuerzo y entrenamientos, incluso sus ratos libres en los dormitorios. Uraraka, Shoto y Bakugo no podían evitar sentir celos de la buena relación que tenían con Izuku, ellos deseaban poder tenerla pero todo era difícil.

En esos momentos la mayoría de la clase de héroes se encontraba en la sala de los dormitorios, era un tranquilo sábado pero muy aburrido. El ojiesmeralda junto a sus amigos se encontraban entrenando en otra parte de toda U.A. por lo que la visita inesperada de cierta pequeña no se vio afectada.

—¡¿Eri-chan?! —exclamaron la mayoría.

—Bu-Buenos días a todos... —saludó tímida.

—Vinimos de visita, esperamos no interrumpir nada. —sonrió Mirio.

Aún después de un año de lo ocurrido con la pequeña Eri, el ahora héroe profesional seguía cuidando de la niña con amor y cariño. Y de vez en cuando visitaban a la clase que la había ayudado a salir del infierno en el que vivía.

—¡Para nada! —exclamó Mina nerviosa— ¿Quieren algo de tomar? 

—¿Quieres un té Eri? —preguntó el rubio, la pequeña asintió.

—Ya vuelvo. —dijo Momo dirigiéndose a la cocina.

—¿Y cómo han estado? —cuestionó Togata.

—Bi-Bien...todo ha estado tranquilo.

—¿Seguros? se ven nerviosos.

—Claro que no~ estamos igual que siempre.  habló Uraraka.

—Bien... —contestó no muy convencido.

Los minutos pasaron, Mirio hablaba con los alumnos mientras Eri se mantenía en silencio. No sabían muy bien cómo tratar con ella ya que el más cercano a la pequeña ya no estaba, tampoco deseaban incomodarla o cometer un error que la hiciera sentir mal.

—Aquí está tu té Eri-chan. —dijo amable la azabache.

—Gracias. —susurró despacio.
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Fuera de los dormitorios, un grupo de amigos se acercaba mientras mantenían una charla sobre el entrenamiento que habían tenido ese día.

—Izu-chan es increíble, les dio una paliza allí.

—Gracias Darck Shadow. —rió el pecoso ante el comentario de la sombra.

—¿Tú podrías haberlo detenido no crees? — le cuestionó Tokoyami molesto.

— Eso mi buen amigo no hubiera sido divertido. —todos menos el portador de dicho quirk rieron divertidos.

Los días en compañía habían podido ser llevaderos para Midoriya, no se sentía tan solo como antes y sabía que podría pedirles ayuda sin problema a ser juzgado. Incluso se sentía mucho más cómodo que antes, podía reír y divertirse sin miedo alguno.

—Estoy cansado, sólo quiero tomar una ducha y dormir. —se quejó el pelimorado.

—Tenemos tareas pendientes Hitoshi-kun, luego puedes dormir. —regañó Iida.

Shinso bufó pero no contradijo al delegado, sabía bien que era caso perdido discutir ya que no podría ganar.

—Hay mucho ruido ¿no creen? —dijo Izuku.