Min Yoongi es un simple universitario cansado de los estereotipos. Esta bien, Yoongi tenía una cara bastante bonita y hasta su constitución física no era como la de otros hombres.
Aunque Yoongi odie su apariencia, tal vez alguien podría entrar en s...
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— Yoongi-ah, apresurate, quiero verte antes de irme – pidió Yoondae desde la pequeña sala de estar
— Aun no entiendo como lo convenciste para hacer tal cosa, hyung – comentó Namjoon – Hemos intentado que haga algo así con nosotros desde hace tiempo pero siempre daba negativas
— Es cierto, apenas y logramos que se hiciera algunas perforaciones – soltó Hoseok con un puchero
— Bueno, ya saben – se encogió de hombros – Conocer ciertos secretos íntimos y tener fotos vergonzosas de su infancia, ayuda mucho – sonrió
— Cállate hyung – ordenó Yoongi saliendo de la habitación
— Ya, ya – levanto las manos en signo de paz – Pero te queda bien la ropa que elegimos, seguro y ese chico lindo cae rendido a tus pies
— No digas tonterías hyung – negó Yoongi
Por primera vez Yoongi estaba saliendo de su zona de confort. Primero que nada, había teñido su cabello. No era nada del otro mundo, había elegido un color castaño que no distaba mucho de su color natural pero para aquellos que conocieran a Yoongi, sabrían que había sido un gran paso para él.
En segundo lugar, estaba usando unos pantalones negros pegados y rasgados en los muslos y rodillas, sobre este seguía usando una chaqueta grande, pero al menos llevaba una camiseta blanca que se apegaba a su cuerpo. No se sentía del todo cómodo, pero al menos había avanzado bastante.
— Te ves bien, hyung – comentó Namjoon impresionado
— No lo sé, se nota demasiado lo delgadas que son mis piernas – señalo
— Claro que no, en la fiesta no habrá mucha luz, nadie notara tus piernas hyung – explicó Hoseok – Además estarás con Jiminnie, así que aprovecha y coquetea un poco
— No digas tonterías – gruño avergonzado
— No quiero echarlos de su propio departamento pero ¿no deberían irse ya? – cuestionó burlón Yoondae
— ¿Tú no deberías irte a Daegu? – cuestionó Yoongi molesto
— Si, ya me voy – asintió – Cuidate y recuerda que deje Kimchi en el refrigerador, además de otros acompañamientos – señalo – Ve a Daegu en cuanto tengas tiempo y lleva al chico lindo, mamá quiere conocerlo – sonrió
Sin más todos salieron del departamento, Yoondae subió a su camioneta y se despidió de su hermano y los amigos de este. Aunque sinceramente para Yoondae, todos eran sus hermanos menores y le alegraba mucho que estuvieran juntos, porque de alguna manera, sabía que entre los tres se protegerían y apoyarían en todo momento. Aún si Yoongi no decía mucho de lo que pensaba, esperaba que al menos pudiera ser honesto con esos chicos graciosos.
