AETERNUM © [ Luke Howland ]

🌠 03 🌠

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Su respiración era agitada, sus pies comenzaban a doler. El aire fresco de la mañana golpeaba en su rostro con fuerza. Los talones de sus pies apenas y alcanzaba a tocar el suelo con firmeza, los latidos de su corazón a mil por minuto.

Iba tarde.

Ni siquiera logró cubrir el golpe en su mejilla con maquillaje y se había cepillado los dientes tan rápidamente que ni siquiera recuerda haber dejado dicho objeto en su lugar. Había tomado el brazo de Hannah y salieron corriendo de casa.

Visualizó la puerta del instituto; que para su suerte aún se encontraba abierta.

No se detuvo. Sigo corriendo como si su vida dependiera de ese trote; y prácticamente así era. No quería darse el lujo de obtener un llamado de atención y que avisarán a Adelaide sobre esa falta y luego recibir uno de los peores regaños que podrían existir.

Al estar frente del gran portón que encarcela a muchos adolescentes, apoyó sus manos sobre sus rodillas retomando el aire que había perdido en todo el recorrido y luego pasar su brazo por la frente quitando el sudor. Soltó una risita para sí misma regulando su respiración.

Su casa quedaba lo suficientemente lejos del Instituto. Es por ello que había estipulado un horario para levantarse, bañarse y desayunar para luego salir de casa y no llegar tarde.

—Realmente estoy loca como para haber corrido toda esa distancia —Dijo al aire estirando su cuerpo mientras entraba al recinto.

Algunos estudiantes aún se encontraban en el patio charlando de cualquier cosa.

Avanzaba a paso tranquilo por el pasillo central con dirección a su casillero. El bullicio estudiantil inunda el sentido auditivo de Shay, tocó los bolsillos de su pantalón en busca de su teléfono.