como se lo digo a papá [Borusara]

extra- Hermanitos

12 de noviembre 

Nos encontrábamos en la sala de espera, ya que Chou estaba teniendo a su primer hijo. Se llamará Chouki. Kushina estaba a mi lado, jugando con unas muñecas, e Itachi estaba sentado viendo, seguramente, algún video de YouTube.

—Niños, falta un mes para su cumpleaños. ¿Qué quieren de regalo? —les pregunto a mis niños. Mi pequeña, ya no tan pequeña, alza la mirada un momento de las muñecas y se encoge de hombros.

Itachi se le acerca para susurrarle algo. Por lo que veo, a Kushina le agrada lo que dice Itachi, porque su cara se ilumina.

—Ya sé qué quiero —ella me da una sonrisa con pocos dientes—. Un hermanito.

—Igual, otro hijo ya nos hace falta.

—¿Por qué quieres otro hermanito si ya tienes a Itachi?

—Es que Itachi ya es grande.

—Y tú, Itachi, ¿también quieres un hermanito?

—Sí.

—Es que, a mi edad, ya es difícil quedar embarazada —era mentira; recién tenía 24 años y podía quedar embarazada fácilmente.

—Mentirosa. Tía Chou es más vieja que tú y está teniendo un bebé.

—Es solo dos meses mayor, Kushina. No exageres; si tu tía te escucha diciendo eso, nos mata.

—Chicos —Mitsuki sale vestido con esos típicos trajes que dan para entrar a las salas de partos—. Ha nacido; pueden pasar a verlo en cuanto lo limpien.

Las primeras personas en pasar fueron la familia de Chou, así hasta que nos tocó a nosotros.

—¡Tía Chou! —Itachi susurra y se acerca a donde está el pequeño Chouki con Chou.

—Mami, quiero uno así —Kushina me apunta al bebé.

—Ahí veremos, si, ¿Kushina?

—¡Yey! —Chou me pasa al bebé que tiene una gran cantidad de pelo celeste.

—Es hermoso —digo con una sonrisa, imaginándome cómo sería tener uno de nuevo en mis brazos.

—Nunca pensé que sería tan agotador.

—Mami, por favor, quiero uno así —Kushina apunta al bebé nuevamente y yo solo asiento.

—¿Piensas cumplirles esa idea?

—No lo sé.

—Quiero cargarlo yo —Boruto me quita al bebé.

—Todavía me acuerdo cuando le daba miedo cargar a Kushina —digo riendo.

—Cállate, que me dejas en vergüenza —Boruto agacha la cabeza sonrojado.

—Señores, ya terminó la hora de visita. Les pido por favor que se retiren.

—Está bien —nosotros asentimos.

—Adiós, cuídense —Mitsuki se despide de nosotros.

—Te veo cuando salgas del hospital —le beso la mejilla, y los cuatro salimos de la habitación. Al llegar, los niños subieron a sus cuartos a dormir.