Aléjate de mis manzanas, bestia!

42 10 14
                                    

Dormían plácidamente en un suave césped. La brisa soplaba y revolvía su hermosos y rebeldes rizos verdes. Todo parecía como si fuese un sueño... Hasta que un recuerdo del día anterior lo hizo despertar de un respingo asustando al otro chico que estaba apoyado sobre él. Los dos personajes se despertaron nerviosos.

—Qué pasó?!— Izuku no reconocía el lugar.

—No lo sé! — e Lida mucho menos.

No podían estar más extrañados y confundidos por partes iguales, es decir, hace poco estaban en un gran bosque y ahora se encontraban en una pradera muy grande.

Todo también era precioso, ambos chicos se dedicaron a observar todo el inmenso y bello paisaje.

—Dónde estamos, Lida?

Era una gran pradera con una suave paja de color dorado. A lo lejos se podía observar un río. Al norte podía atisbarse una gran montaña, pero estaba demasiado lejos, así que no era una opción. Al sur se podía ver más llanuras y una muy pequeña cantidad de arboles esparcidos casi cuidadosamente adornando el paisaje como una obra de arte. Al este se podían observar los comienzos de un sembradío, por lo menos podían saber que hay humanos allí y que no eran los únicos en ese paraje. Por último al oeste solo se observaba una mezcla del norte y el sur, a diferencia de que de ese lado se encontraba el río.

—No lo sé, Izuku.

—A dónde vamos?— ambos miraron a todas direcciones y terminaron por posar la vista el pequeño sembradío. Sólo fue necesaria una rápido mirada junto con un asentimiento para que ambos se levantaran para aventurarse hacia la siembra. Todo debía ser más seguro ahora... No?

Después de un rato caminando se introdujeron en la siembra que al parecer era de maíz. La verdad es que al ver el resto de lo que parecía un gran huerto con todo tipo de frutas, verduras y hortalizas no pudieron dudar en tomar algunas manzanas para comer.

—Shon Delishiosas!— soltaba el pecoso con la boca llena y sus ojitos brillantes.

—Ya te dije que no es bueno hablar con la boca llena— Tenya también estaba muy feliz de por fin poder llenar su estómago de esas deliciosas manzanas.

Felicidad que no les duró mucho.

—Oigan ladrones, aléjense de mi huerto!!! — gritó alguien a lo lejos, lo que hizo tensar a ambos chicos. Pero lo que más les asombró fue el choque de corriente eléctrica que invadió sus cuerpos, como si les hubiese caído un rayo.

Ambos cayeron sentados por haber sido paralizados momentáneamente por el choque de electricidad mientras un pequeño hilo de humo sale de sus cabellos chamuscados.

—Nunca les dijeron que es malo robar?— el chico se paró frente a ellos y allí pudieron verlo bien.

Era un chico rubio con un rayo en un mechón de su cabello. Sus ojos eran color miel y estaba vestido como... Un mago? Incluso tenía un báculo, eso los descolocó. ¿Qué hacia un consplay en medio de la nada?

—L-lo sentimos S-eñor!— se apresuró a hablar Izuku— no fue n-uestra intención tomarlas sin su permiso, es s-solo que teníamos hambre!

—Ay, no me faltes el respeto. — espetó el rubio al sentirse viejo por ser llamado "Señor".

—Lo sentimos mucho, por favor disculpemos.— soltó Tenya haciendo una pequeña reverencia.

—S-sí, por favor d-discúlpenos!— hizo lo mismo Izuku.

De repente ambos sintieron palmaditas en sus espaldas, lo que hizo que elevaran la vista encontrándose con el rubio sonriente.

—Ya, ya, sólo fueron unas manzanas— por fin se relajaron y se reincorporaron adecuadamente — deben estar cansados, cierto?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una historia diferente de una princesa, un caballero y un dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora