serendipia

samuel

–lunes, pero a qué costo– murmura un samuel recién levantado a mi lado, ayer fue un día liviano en el trabajo, todo terminó bastante normal y común, lo que me recuerda–nadie te dijo que te desvelaras leyendo crepúsculo–le digo, no sé porque los lee si podría jurar que ya hasta se sabe los diálogos.

–tu no entiendes señor: “no tengo nada que me entretenga lo suficiente ”–sonrio un poco ante eso, suele decirlo a menudo, sinceramente no me interesan mucho ese tipo de cosas, me parece muy predecibles o simplemente aburrido.

–te haz leído la saga siete veces–le recuerdo

–y nunca van a ser suficientes.

–si, lo que sea, ¿no tenías clase hoy?

– comienza a las 8:30a.m aún tengo tiempo o ¿acaso me estás echando?eso me hiere –finge un ataque al corazón y me rio, tan dramático como siempre– tenía días que no te veía ¿dónde haz estado, eh sucio?

–trabajando ¿dónde más podría estar?

–en eso desperdicias tus vacaciones?

–gano dinero. Lo demás es irrelevante.

–¿la vieja dueña sigue siendo igual de espeluznante?– solamente lo dice porque una vez fue a llevarme las llaves y la señora meyer no paraba de decirle lo guapo que era, que le presentaría a su nieta y muchas cosas más, la tacho de acosadora y jamás ha vuelto a ir.

–no es espeluznante.

–¿como qué no? ¿haz visto como se queda viéndome cada vez que voy? ¡hasta se ríe sola! no sé cómo puedes seguir trabajando ahí, yo habría renunciado

–pagan bien, es entretenido, no tengo que hacer mucho a menudo y la señora meyer me cae bien.

–lo que digas viejo, yo solo te advi...-deja de hablar y se oye una melodía mientras mi mente viaja a donde tú estás mi padre grita otra vez que me malgasto mi futuro y su paz con mi manera de ser, una canción en español, debe ser su nuevo tono–vas a contestar?–le digo y revisa el nombre en la pantalla, se queda estático, oh no, no, no, no.

–¿es el?–no responde– samuel ¿es el?

–¿Hola?–contesta–estaba en el baño, por eso no respondí enseguida, ¿qué?no, fez no tiene nada que ver, ni siquiera está aquí– se aparta de la sala haciéndome señas, se qué quiere decir, que no haga ruido y va directo a su cuarto, desde acá se oyen los gritos. Su novio fran, es un idiota, olvidé mencionar eso, samuel es bisexual. En realidad lo descubrió reciente había conocido a fran en un intercambio a australia y el fue quién lo hizo salir del closet aunque me dijo que siempre había tenido sus dudas, lo conocí cuando me mudé y me pareció medio extraño pero no comenté nada ya que no me incumbia, duró un tiempo aquí y se fue, es una relación a distancia pero el suele ser muy agresivo y posesivo, le he dicho a sam pero el no presta mucha atención a lo que digo. Hubo un tiempo en que lo alejo hasta de sus conocidos. Al parecer no va a salir en un buen rato así que solo voy a mi cuarto y termino de arreglarme para ir al trabajo.

Al llegar, noto que la nieta de la señora meyer está aquí, zia, hace una semana que llegó pero no esperaba verla tan pronto, cuando se da cuenta de mi presencia me saluda agitando su mano.
–¡hola fez! ¿cómo te va? ¡saluda a tu nueva compañera! mi abuela ha estado bastante enferma así que yo me voy a hacer cargo del lugar mientas se recupera, ¿está bien para ti?– habla tan rápido que tengo que mirarla un segundo y procesar lo que ha dicho, está sonriendo y moviendo las manos explicando con rapidez lo que tiene la señora meyer y ahí caigo en cuenta

-¿está enferma? pero nunca dijo nada–deberia ser normal para su edad pero está tan llena de energía que a veces se me olvida que está algo mayor, sin embargo, sigue siendo extraño, nunca se había ausentado, ni siquiera estando enferma

–ya sabes cómo es abue, esas cosas se las guarda siempre –no, la señora meyer nunca se guarda las cosas, siempre se las dice al primero que se le cruce, es raro que no me haya dicho nada–esta bien, supongo–es lo único que sale de mi boca

–¡vamos a ser un gran equipo! ¡choca esos cinco!– lo dice con tanta felicidad que es raro ¿por qué es tan enérgica?

–ahora ¡a trabajar!– dicho eso sale corriendo a recibir a unos nuevos clientes, y me quedo observandola por un momento, tiene el cabello corto a duras penas le llega a la barbilla, no es tan alta ni tan pequeña, diría que es de estatura media, es linda, supongo, pero aburrida, me dispongo a estar en mi puesto y estar listo para la jornada de hoy, de uno en uno van llegando los clientes y se llena , tenemos buenas ventas. por lo general los lunes es así, todos quieren un poco de café en su sistema para mantenerse despiertos, y luego llegan los que leen y toman batidos, es el horario diario. El día transcurre sin tanto afán y pasada la medianoche cerramos la tienda.

Estoy cansado, quiero mi suave cama. a esta hora no pasan los buses así que me toca ir caminando, pero está bien, la brisa está fresca, es bueno, supongo.

Luego de un tiempo noto que hay una sombra detrás de mi así que me apresuro, luego de varias cuadras aún siento la presencia de esa persona, ¿y si es un ladrón? no, por aquí no pasan esas cosas, ¿un asesino serial? los pueblos según los libros son potencia para gente así, basta fez, se valiente y enfrenta el peligro. tengo una navaja suiza en mi llavero así que estoy listo para cualquier cosa, siento que se acerca un poco más a mi y estoy listo para voltear y atacar, la empuño lentamente y, cuando estoy listo para pelear contra el asesino, me sorprendo con la persona que me saluda

–¡hola fez!

–¿Zia? ¿qué haces por aquí?

–¡yo vivo por aquí!

–¿enserio?–ok, eso es raro, ¿Por qué no vive con su abuela? tengo entendido que la señora meyer está bien acomodada y vive sola, además, está enferma ¿no debería estar cuidando de ella?

–si, la abuela me consiguió un apartamento por aquí, creo que mencionó que tú vivías cerca así que te seguí para no perderme.

-¿por qué no me dijiste?

-ah, no quería molestarte tampoco quería parecer rara diciéndote que me acompañaras cuándo ni siquiera nos conocemos muy bien

-y ¿pensaste que seguirme a media noche, en una calle solitaria sería menos raro?

-si lo dices así suena mal–hace un pequeño gesto con los labios y sigue hablando– pero ni siquiera vas a notar mi presencia solo sigue, te lo juro

-si la noté, zia. Está bien, vamos te acompaño.

-¿seguro? Enserio puedo esforzarme por pasar desapercibida esta vez– hago un movimiento con los ojos de ¿enserio? y ella parece notarlo así que solo dice – gracias! le diré a la abuela que te dé un aumento, eres como ella decía

–¿le ha hablado de mí? ¿ok? ¿qué debería decir? ¿gracias? solo asiento con la cabeza y sigo caminando, cómo sea no pienso entablar conversación con ella así que lo me pongo mis audífonos y escucho música.
Llegando a mi edificio le pregunto
– ¿dónde es que vives?

-oh, ahí en ese edificio- miro dónde está señalando y es el mío ¿es enserio?

-esta bien, ya estás aquí así que ve– tengo nueva vecina ¡que divertido!

-vale, ¡¡gracias fez!!

-si, si, si- me siento en el anden del edificio, ha agotado toda mi energía extrovertida así que estiro un poco mis piernas y me siento en el andén de el frente.
hoy me fue bien, no llegaron tantos clientes idiotas y es uno de esos días en que todo el ambiente esta liviano así que pude sentir un poco de paz. enciendo el cigarrillo que tenia guardado y veo a la gente pasar enfrente de mi. ¿qué estará pasando por su cabeza? ¿sufrirán? ¿saben que hacer con sus vidas? suelo hacerme esas preguntas cuando veo a cualquier persona, me pregunto cuando las resolveré. Doy una calada al cigarrillo y recuerdo dos años, solo dos años más  y me iré, seré profesional, ganaré más  dinero y le demostrare a madre que pude independizarme sin morir en el intento. compraré un gato y viviremos los dos juntos para siempre. llamo a mi madre como todas las noches pero ella no me contesta y miro la hora, siempre lo hago con la esperanza de que responda, que me pregunte cómo me fue, que me pregunte si estoy cansado, que me hable... Está bien, tengo que superar su muerte algún día, en algún momento.
Luego de algún tiempo me limpio los pantalones y subo a mi apartamento, voy a descansar y a soñar.