Capítulo 7: Agentes de SHIELD.

1.1K 34 4
                                    

La presidenta de SHIELD se quitaba la ropa frente al joven Damian.

"Tiene muy buenos atributos" — pensó mirando fijamente. — "pero tengo una misión, acostarme con la señorita Romanoff" Señora Hill, la oferta me halaga pero tengo unos asuntos pendientes con la señorita Romanoff.

No lo creo, quiero jugar con ese grandote desde que te vi —

Maria gateo hasta el joven y miró el pene con detenimiento, e incluso sostenerlo.

— Estas muy duro, supongo que no será por mi pero igual voy a aprovechar el momento. ¿Listo para que comencemos?.

Si señora Hill —

Primero enséñame tus manos — ordenó levantándose sin dejar de tocar el pene.

Damian levantó las manos, María las agarró de oa muñeca y las dirijo hacia sus senos para apretarlos con las manos del sorprendido Wayne.

Son muy enormes y blanditas. — dijo apretando el también.

Son todo tuyas, ¿Porque no me desvistes y pruebas mis pechos? — preguntó mordiéndose el labio.

Damian le sacó la camiseta de tirants observando los enormes senos con grandes pezones morenos, sin duda se lanzó a probarlos.

Buen chico... — dijo acariciándose ahí abajo.

"Son aún más suaves" — pensó mordiéndole el pezón derecho provocando un gritó de la fémina.

Damian... — suspiró agitada. — déjame a mi.

Ahora se agachó para volver a observar el endurecido falo masturbandolo rápidamente.

Es un pene bastante bueno — comentó agachando la cabeza para mirar los genitales. — apuesto a que también tiene buen sabor.

Hill como toda un experta chupaba y lamía la verga gustosamente y masturbandola con las dos manos al tiempo que chupaba.

"WoW, esto se siente muy bien" — pensaba con los ojos en blanco.

"Es el pene más delicioso que he probado" — María seguía y seguía dejando varias veces a Damian apunto del éxtasis.

¡No puedo soportarlo! — chilló apartando la cabeza de Hill.

Damian no pudo contenerse y descargó una feroz corrida en la cara de la agente de SHIELD que mantenía la boca abierta todo el tiempo, miró a Damian con deseo pero se esfumó al ver el rostro del chico, sus ojos estaban rojos y completos de furia.

En ese instante besó salvajemente a la agente de nivel nueve, su mano se deslizaba por su cuello para detenerse en sus grandes tetas las cuales masajeó y apretó causando más de un sonoro gemido por parte de ella, después de unos segundos siguió bajando hasta llegar al cierre de su pantalón y arrancarle la prenda fuertemente y solo dejarla en ropa interior.

No sabes cómo voy a disfrutar esto... — dijo separando bocas bruscamente.

Damian apartó todos los muebles de la mesa y agarró del pelo a Hill para estampar la contra esta, con su mano derecha la recostó aplastando sus pechos contra la mesa y con la otra mano retiro sus bragas hasta los muslos, sujetó su mástil de carne y penetró la húmeda vagina de ella que soltó un fuerte gemido.

¡Dios! — gimió al sentir a ese pedazo de carne en su interior.

Damian tapó la boca de la agente ahogando sus continuos gemidos dado los vaivenes que hacía, este con su otra mano apretaba los glúteos de María y los golpeaba continuamente dejando la marca de su mano.

"Este tío es inigualable" — pensaba con la lengua fuera.

Después de varios minutos así sacó su pene totalmente mojado y esta vez con un poco más de cuidado lo metió en la cavidad anal provocando algo de dolor.

Vas a partirme en dos — dijo mirandolo de reojo.

Damian la ignoró, y empezó otra vez los vaivenes a una gran velocidad, sus ojos ahora estaban en blanco disfrutando al máximo el ano de ella, este luego se acostó encima suya y dejó varios besos y chupetones en la nuca y espalda de Maria, ella estaba totalmente marcada.

Y sin preámbulos en varios minutos más se corrió en aquel apretado ano dejando una considerable descarga que chorreaba hasta las piernas de ella, esto también lo hizo salir del extraño trance y volver a sus ojos verdes.

¿Que acabo de hacer? — se preguntó viendo todas las marcas de la espalda de Hill.

Algo increíble... — respondió ella totalmente fascinada y complacida.

Damian retiró con cuidado su aún erecto pene y fue a colocarse los ropajes.

Siento si te he hecho daño — se lamentaba.

Ey ey ey — María desnuda se acercó a Damian y lo acostó en un sofá del despacho — lo quiero volver a repetir.

Agarró el falo y se lo introdujo en su húmeda vagina, Damian volvió a empujar una y otra vez mientras masajeaba los pechos de María con gran técnica, ella no paraba de gemir y besar a Damian en el cuello apegándose lo más posible.

Al final Wayne dejo literalmente temblando a Hill en la mesa de su despacho mientras el reposaba en el sofá.

Me gustaría volver a sentirla dentro mio...  — murmuró Maria vistiendose hacia damian — pero después de tu colosal no puedo ni moverme bien.

Gracias por todo,  pero creo que tengo que irme,  mañana empieza la misión con los titanes — dijo agarrando su bóxer del suelo.

Ya nos veremos, niño — Maria dio un suave beso en el cuello.

Damian se acabó de vestir y salió algo nervioso de su despacho,  mirando por los lados.

"la señorita romanoff estará enfadada, ella y yo llegamos muy lejos,  verdaderamente me gustaría...  ¡No!,  recuerda tu entrenamiento..." —

Wayne caminaba por la torre,  dándose cuenta que la fiesta había acabado,  seguramente hace tiempo pues estuvo horas y horas con Hill.

"nunca me dijeron donde esta mi habitación,  no se donde dormiré,  hay muchas habitaciones,  entrare a una cualquiera,  seguramente este vacia" —


Robin harem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora