𝕃𝔸 𝕄𝔼𝕁𝕆ℝ 𝕆𝔹𝕊𝔼𝕊𝕀𝕆ℕ - ℕ𝕆𝔸ℍ 𝕊ℂℍℕ𝔸ℙℙ

12. 𝕋𝔼 ℚ𝕌𝕀𝔼ℝ𝕆 𝔸 𝕋𝕚

_______ Ángel....

Respire profundamente y abrí la puerta de la habitación, llevaba lentes puestos y un cubrebocas no quería que me vieran y hablarán en mi trabajo.

Mi paciente estaba sentado en su cama está vez amarrado con una camisa de fuerza.

- buenos días - dije en susurró, mientras el miraba al vacío tenía un labio roto - ¿Cómo estás? - trate de sonar amable.

- al parecer te fue mal - dijo por fin y soltó una carcajada, yo la mire con el ceño fruncido.

¿Que le pasaba? ¿Cómo sabía?.

- ¿Qué?.

- si mírate obvio que te pego.

- ¿Y a ti que te paso? - pregunté acercándome a él cuidadosamente.

- peleas con locos - dijo sin importancia.

- bueno no importa sigamos con la sesión - dije.

- oye - dijo y alcé mi mirada - quítamelo.

- o claro que no si te la pusieron fue por algo malo - dije.

- ¿No crees en mí? - dijo con una sonrisa maliciosa.

- de acuerdo sólo no hagas nada.

- eso será imposible - me guiñó el ojo y dió de esas sonrisas perfectas.

Rodé los ojos y me acerque a ayudarlo, después de un tiempo lo ayude a liberarse.

— listo — dije haciéndome un lado.

— ahora — se levantó y se estiró — mira — se acercó y me quitó las gafas y el cubrebocas con mucho cuidado — ahora es perfecto, no necesitas ocultar eres hermosa — acarició mi mejilla — y así te quiero con todas la imperfecciones del mundo, te quiero a ti — me dió una sonrisa.

— estás loco — dije separándome de él, no quería caer.

— ¿Por qué crees que estoy aquí? — sonrió burlándose.

— ese no es el caso ahora necesito que empecemos con la sesión — me acomode en la silla.

— muy bien de acuerdo — se sentó en la otra silla.

Traté de concentrarme en la sesión pero era imposible, necesitaba preguntar, frustrada me pase la mano por mi cabello.

— ¡AHHHHH! — grité y el me miró confundido — no puedo más — agaché la cabeza y suspire — necesito que me digas la verdad.

— ¿Cuál? — dijo sin importancia.

— tu lo sabes bien se que formas parte de mi vida y........y necesito que me ayudes — dije cansada — dime qué pasó con nosotros ¿Que tienes que ver conmigo?.

— eso — se relamío los labios y empezó a sonreír poco a poco — descúbrelo — me guiñó el ojo.

— no es que, no es así — dije cansada — por favor ayúdame, estoy.......... estoy harta de ésto de no saber quién soy, de no  saber quién es o si el es mi verdadero marido si está es mi verdadera vida.

— quería que tú sola lo averiguaras — su tono cambio a serio — no quería obligarte ni obligarte a nada es tu desición — tomo mis manos — se que eres muy inteligente y tú podrás averiguar todo.

— ¿Que es? — dije insistente.

— mira — se relamío los labios y suspiro — tu y yo ya nos conocemos, yo te....te secuestre , hace unos años y claro te enamoraste como la mayoría de las historias.