C4. "And the fear baptised me..."

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Narrador omnisciente:

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Narrador omnisciente:

Aquellas ojeras eran muy notorias a la vista de cualquiera, sus bonitos ojos siempre estaban disfrazados de un tono opaco, no brillaban ni mucho menos veían la vida de una forma bonita o cordial.

El utensilio resonaba en aquella habitación, su padre no estaba lo cual agradecía, simplemente su presencia no era buena en casos como este.

Metió la última cucharada de avena a su boca y sin mas se levantó de ahí, dejó sus trastes en el lavabo y caminó lentamente hasta llegar a las escaleras, subió de una en una hasta llegar arriba, se dirigió a su habitación por lo que tomando su mochila con desgano se acercó levemente a la ventana.

Aquel bonito castaño se acomodaba su mochila al igual que ella, su corazón bombeó con fuerza, el verlo siempre era un privilegio, Aidan Gallagher era el vivo significado de la palabra "salvador".

O bueno, al menos eso creía ella.

—Buenos días...— la voz del chico se escuchó haciendo que ella volteara de inmediato. Sonrió al notarlo tomar asiento a unos centimetros de ella en aquella parada donde podías esperar el autobús de la mañana sentado.

—Buenos días.— susurró ella sonrojada sin embargo siguió mirandolo, este parecía estar absorto de aquel acontecimiento puesto que cuando ella se acercó un poco más a el, este siguió mirando al frente. —Soy alyssa.— dijo esta de repente.

El muchacho la miró.

—Hola alyssa, soy...— lo interrumpió con rápidez.

—... aidan.— contestó por el haciendo que este frunciera el ceño.

—Cómo lo sabes?.— preguntó, la pequeña solo pudo devolver su mirada al frente.

—Somos vecinos... a veces cuando riego mis plantas escucho a la señora rubia hablarte mientras está afuera tomando el aire...— aquella confesión lo sorprendió sin embargo asintió ignorandola de nuevo.

Ella notó como unas pequeñas gotas empezaban a caer.

—Me gusta la lluvia... a ti te gusta?.— preguntó mirandolo de nuevo, el se encogió de hombros dandole a entender que le daba igual. Ella hizo una mueca sin embargo siguió observandolo.

Una de las cosas que adoraba hacer era esto y si pudiera hacerlo siempre justo como ahora, lo haría.

—Ayer... ayer te envié un mensaje.— dijo, el chico la miró. —Nunca respondiste...— susurró, el solo rebuscó en su mente. No hablaba con muchas personas, de hecho con nadie y el simple hecho de notar aquel mensaje llegar a su celular de una chica, lo sorprendió, sin embargo se dió cuenta de aquel hasta horas más tarde en la madrugada.

—Si lo hice...— dijo haciendo que ella ladeara su cabeza. Rebuscó entre sus bolsillos pero su celular no estaba. Bajó la mirada apenada, seguro se le había olvidado en casa.

𝑯𝒐𝒘 𝒕𝒐 𝒃𝒆 𝒎𝒆 [𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓 & 𝑻ú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora