El niño de cabellos rubios daba un paseo por el distrito sujetando la mano de su padre y un oso de peluche con la otra, acompañado,los ojos curiosos del más pequeño buscaron en una tienda que logró divisar, alcanzando a ver por detrás de los cristales una muñeca de porcelana,ojos verdes hermosos,y una voz aguda, aniñada,repitiendo las mismas palabras todo el tiempo "hola soy meizu chan",los ojos del niño brillaron,su corazón latiendo desbocado,aquella voz lo relajaba,calmaba el desastre en su cabeza, inmediatamente tiró del brazo de su padre,pidiéndole suplicante que le compre la muñeca, desafortunadamente cuando el padre junto al niño dirigieron su vista hacia la muñeca,ya estaba rodeada de personas que querían comprarla,no les daba tiempo,las lágrimas llenaron los ojos del niño y pensamientos como balas acribillaron su cabeza, llevándolo al punto de perder la cordura,dejó caer su brazo al lado de su cuerpo,resbalando el peluche entre sus dedos cayendo al suelo,su cabellos cambiaron de color lentamente,a un oscuro infinito.