Príncipe Alfa ⟨Katsudeku⟩

La carta de Katsuki

Querido Izuku:

Hola, ¿Cómo te va? ¿Ya comiste? ¿Cómo dormiste esta noche? Dormiste, ¿no? ¿Qué soñaste? ¿Qué hiciste? ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo está tu mamá? Intenta aprovechar el sol así que despiértate temprano, escuché que estos días va a llover. Si llueve; abrígate, hará demasiado frío.

Gracias por citarme, casi nunca salgo de mi alcoba. Mi madre está preparando cosas dulces para tí, apenas se enteró de que me iba a ir quiso venir conmigo.

Perdón si causa algún problema o te incomoda, a veces leo algún libro sobre comportamientos de alfas y omegas ella y yo somos alfas y sé que te podemos incomodar.

O sea, digamos que yo no soy... Muy amigable cuando estoy con mi madre o con alguien más, en mi celo soy un poco más amable de lo que soy normalmente, creo que es algo obvio para tí ya que creo que ya sabes como soy. Hoy acabó mi celo y tengo un poco de temor de como actuaré contigo.

Espero que te guste la tarde, yo estoy ansioso sinceramente. Por cierto, escuché de la panadería de tu madre, tal vez la próxima pueda ir contigo algún día. Claro, si es que no te molesta a tí o a tu madre.

Me gustó escucharte hablar, es raro ser yo quien tiene la línea, siempre soy yo quien hace prometerle algo a alguien más. Creo que con un poco de pintura y un buen artista puedo hacer que parezca una serpiente, tal vez ese sea mi segundo tatuaje, me gustó cómo quedó el tatuaje de la K en mi hombro izquierdo, otro en algún dedo no quedaría mal.

Cómo sea, gracias otra vez y espero que mi madre no te haga sentir incómodo, Izuku-san.

Con temor de que todo salga mal
-Katsuki

Pd: que esta carta quede
entre nosotros, ¿Okey?

—Espero que mi madre no te haga sentir incómodo, Katsuki —el sonrojo permanecía en las mejillas del pecoso.

—¡Dioses, que lindo! —gritó Uraraka con emoción cuando Izuku terminó de leer la carta en voz alta.

Todoroki tomó el papel sin creerse nada de nada.

—O sea, ¿Tienen otra cita hoy? —cuestionó Kaminari a lo que Midoriya asintió tapando su rostro. Apenas se despertó, corrió a la panadería y ahí vió a sus compañeros pagandole unas galletas bañadas en chocolate a su madre. Empezaron a hablar en la plaza del centro sentados en la fuente y algunos en el piso.

Algunos omegas del sitio tenían una línea negra al igual que Izuku, pero no era por eso que la gente miraba mal al chico, si no por oler a feromonas de alfa como si no hubiera mañana y no tener marca en el cuello, pero si tener una línea en el dedo. Los omegas le miraban mal, pensando que se atrevió a casi romper la tan sagrada promesa con el príncipe, otros omegas simplemente sonríen al reconocer aquel aroma dulce.

—Mierda que te marcó... —dijo Todoroki sientiendose un poco amenazado por el tan fuerte aroma.

—Katchan lo hizo sin querer, eso lo sé.

—Claro —dijo Ochako riendo, es que si se olía muy fuerte, Katsuki literalmente lo dejó impregnado con su aroma.

Izuku rió un poquito, Katsuki le dijo que no se acueste con nadie para su celo o atender su necesidad de que un alfa le meta el pene por el culo, no tiene sentido que lo marque, él seguramente no se dió cuenta. Posiblemente no podía manejar su aroma despues de las primeras horas de que su celo acabe, tal vez era eso y nada más.

Katsuki queriendo marcarlo... Era estúpido.

—Izuku, abajo hay una posdata, kero —le dijo Asui haciendo que Mina quiera que Izuku siga leyendo.

—Oh, tienes razón —habló apenado empezando a leer—. "Que esta carta quede entre noso..." —calló de golpe, sintiendose la peor persona, escondió su rostro entre sus manos, sintiendo que le acaba de fallar a Katsuki.

—"Que esta carta quede entre nosotros, ¿Si?" —terminó de leer Kaminari, riendo en burla, los demás no se aguantaron mucho. El pelirrojo abrazó al chico por los hombros, queriendo apoyarlo y fallando al ser contagiando por la risa del rubio. Izuku sucumbió a la contagiandosa risa del todo el grupo, sonrió y volteó a ver la carta que seguía allí.

Katchan queriendo marcarlo... Ojalá.

—Izuku —sonrió cuando escuchó su nombre, estaba en su habitación y estaba dibujando en su libreta, queriendo responder la carta de Katsuki por más tonto que suene. Él volteó a ver a su mamá que le llamaba, ella lucía nerviosa y muy preocupada—. Hay alguien que quiere verte.

El pecoso sonrió un poco amplio, dándole igual aquello.

—Si es Uraraka o alguien del grupo, dile que suba, mamá. Estoy ocupado haciendo algo —se giró otra vez a seguir dibujando, estaba intentando dibujar las manos de Katsuki o al menos su cabello rebelde.

Aquel cabello robusto y aquellas manos con algunas venas marcadas eran exactamente lo que Kirishima categorizaba como varonil.

—¿Tan ocupado como para no hablarme? —escuchó unos pasos que se acercaron a él por la espalda, se congeló. Su entrada se contrajo un poco, tragándose el gemido que iba a soltar—Gracias por dejarme pasar, señora Midoriya.

—N-no hay problema, príncipe —ella hizo una reverencia y Katsuki se la devolvió.

—Quisiera hablar con Izuku a solas... ¿No hay problema con eso verdad?

—¡Claro que no! Y-yo me retiro —Katsuki rió, sabiendo de dónde sacó sus nervios Izuku.

Bueno... Otra hora para el joven omega de tratarse sus ganas de subirse al retazo del rubio para montarlo de formas que solo se permitió soñar. Cuando se dió cuenta Katsuki estaba parado al lado de su escritorio viendo lo que dibujaba, cerró su libro de golpe y se hechó sobre su mesa recogiendo los papeles desparramados que había.

Todos eran papeles sobre Katsuki.

Al escuchar otra vez la risa del rubio y su dulce voz diciéndole que se calme, solo pudo bajar la cabeza mirando los papeles que intentaba ocultar, como también intentaba ocultar su sonrojo tan notable.

Ese alfa iba a causar que su celo llegue antes de lo que planeado.

Después de todo, el celo de un Omega se adelanta si está bajo constante tentación sexual, independientemente si es hecho involuntaria o intencionalmente.