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Querida Annie.
Algunas veces tu eras la herida, y otras veces la cuchilla?
El dolor te cambió, Annie.
Pero, cambiar es crecer.
Estamos creciendo Annie.
Me atreví, y fui al costado de tu casa, hacía tu habitación.
Te vi.
Por un pedazo de cortina descubierto.
Tu habitación estaba llena de libros.
Repleto.
Annie, quisiste perderte en historias que te hicieran olvidar la tuya?
Cuchillas y vidrios rotos en algunas partes.
Cigarros usados en otras partes.
Me viste, te acercaste ala ventana.
Te tuve cerca.
Nos miramos a los ojos, por mucho tiempo.
Por un momento creí, que en cualquier momento una hechara a reir.
Como esa costumbre que teníamos.
Pero...
No pasó.
Seguiste con tu expresión inescrutable
Cerraste por completo la cortina.
Y me marché.
Aún no se como entregarte estos papeles.

Save YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora