Enough ~Peter Parker

»A new start

Si había algo que Emma amaba, era la música, le encantaba sentir miles de cosas y disfrutar de las letras de cada canción. A veces la música era la única que la entendía desde lo de su padre. Ella solía tener una familia unida, habían tenido malos momentos, pero siempre se reponían sin embargo cuando su padre murió, ella y su madre se habían alejado, Melissa, como se llamaba su progenitora, se había metido de lleno en el trabajo escondiendo sus sentimientos y de paso ignorando a su hija, al final, a Emma solo le quedo resguardarse en la música.

Por eso, cuando Emma se había enterado que gracias al trabajo de su madre se tenía que mudar, decidió tomarlo como una nueva oportunidad y tratar de mejorar su vida.

-Ya casi llegamos Emma- soltó su madre tratando de sacar a la castaña de sus pensamientos.

Emma suspiró retirándose sus audífonos y volteando a ver a la mayor, solo asintió. Su nuevo destino era nada más y nada menos que Queens y aunque tenía cierto miedo había un sentimiento más grande que nublaba aquello. Tenía curiosidad sobre cierta persona que había visto en internet. Spiderman, aquel superhéroe que había visto salvar a miles de personas y frustrar demasiados robos y asaltos. Un héroe en su ciudad, Emma se preguntaba cómo alguien podría arriesgarse de esa manera por las demás personas y entre más lo pensaba, más lo admiraba.

El carro frenó sacando a la menor de sus pensamientos y preparándose para su nuevo comienzo, tomó su mochila y bajo del auto. Camino detrás de la mayor hasta llegar a aquel departamento, días antes ya habían llevado sus muebles por lo que solo tenía que arreglar los últimos detalles de la mudanza. Entró a su cuarto y tras conectar sus audífonos y seleccionar su playlist, terminó de hacer aquel lugar, su cuarto.

60 canciones después, Emma por fin pudo decir que acabo su cuarto, suspiro limpiándose el sudor de su frente y saliendo hacia la cocina, chocó con su madre.

-Ehm, estaba pensando y....- Emma cerro sus puños juntando toda su fuerza, -tal vez podríamos pedir una pizza y ver una peli, así como solíamos hacerle antes-

La mayor solo suspiro negando y tomo dinero de su cartera entregándoselo a su hija, Emma solo sonrió triste y acepto el dinero mirando a su madre. Sin importar cuantas veces lo intentara, su relación no podría volver a ser la misma, no sin que Melissa pusiera de su parte.

-No puedo Emma, tengo que ir al trabajo-

-Pero ya es tarde, yo creí que podríamos intentar hacer algo juntas de nuevo- susurro la menor conteniendo sus lágrimas sin mucho éxito.

-Ya te dije que no Emma, no trates de chantajearme- contesto cerrando la puerta de su casa.

Emma asintió tratando de limpiarse las lágrimas, murmuro palabras de fuerza a ella misma y camino hacia su cama tratando de controlar su tristeza, abrazo su peluche favorito tratando de controlar su sentimiento. A veces Emma creía que no solo se había muerto su padre, sino también su madre y que, por eso, pasaba la mayoría del tiempo sola. Sabía que Melissa había perdido al amor de su vida, pero nunca llego a pensar, que también perdió una parte de ella. Solía repetirse que debía ser fuerte por ambas porque ella fue testigo de cómo su madre se quebraba cada que recordaba al Cooper, vio a su madre poco a poco ir eligiendo el trabajo en lugar de a ella y aunque al principio no le molesto, ahora le hacía sentir sola.

Los minutos pasaron junto con aquellos pensamientos y el sueño llego junto con ello. Eran las 6 de la tarde cuando la morocha despertó y tras darse cuenta que su madre aun no volvía, decidió seguir con su plan original de no salir y quedarse a ver películas y comer pizza por lo que busco en internet alguna pizzería cerca, después de encontrar uno, marco repasando en su mente lo que diría para ordenar

-Pizzería Francolí, ¿Que desea ordenar? - contesto sin ganas una chica de voz aguda

Emma suspiro antes de repetir su dialogo para pedir una pizza con pepperoni sin embargo sus planes no salieron tan bien como pensaba.

- ¿entonces no tienen servicio a domicilio? - soltó Emma en voz baja.

la chica de voz aguda suspiro antes de repetir el "La esperamos en la tienda en media hora", Emma nerviosa agradeció y colgó la llamada.

Al final Emma si tendría que salir, suspiro poniéndose sus tenis favoritos y abrochando su chamarra, tomo su teléfono y el dinero necesario y salió de la casa dirigiéndose a la pizzería.