"Cuando termine la guerra, nos casaremos, y cultivaré flores como tú, y nuestra historia será una de las historias de amor más hermosas del universo"
-Una carta encontrada en el bolsillo de un soldado muerto; Capitán Jeon Jungkook, 1895.
📍Prohibid...
Recuerden que esta es la segunda parte de un capítulo que subí hoy en la mañana ^^
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Tae de repente saltó sorprendido, aunque no hay nada de qué sorprenderse.
Es solo Bogum saludándolo, ¿qué pasa con eso?
"Hola." Estaba detrás de Tae, pero pensó que era gracioso ya que Tae no lo estaba mirando.
"Hola." Su voz era temblorosa. ¿Se veía nervioso?
“Mi herida está bien. Le puse una curita" Dijo Bogum, mientras trataba de encontrar un ángulo para ver la cara de Tae.
"Bien. Continúa curándolo." Tae dijo y salió de su habitación. Eran las 4 de la mañana, solo una hora antes de su llamado.
Bogum lo siguió.
"¿Estás bien?" Preguntó.
"Sí."
"¿Adónde vas?"
"Aquí."
"¿Por qué no me miras?" Con esa pregunta, Tae no pudo encontrar una respuesta. Aunque sabía la respuesta, es solo que no sabe cómo responder.
“¡O-por supuesto que no! ¿Por qué no lo haría?"
"Entonces, ¿por qué no me miras?"
Tae se maldijo mentalmente. Debería haber tenido más cuidado, no debería haber salido ayer y el incidente no sucedería.
"Eso no tiene sentido".
"Mírame." Bogum dijo, Tae estaba congelado.
Tae reunió todo su coraje y lo enfrentó, inmediatamente se encontraron las miradas y en solo 0.5 segundos, Tae miró hacia otro lado.
Lo recordó de nuevo.
Bogum soltó una risita. "¿Sigues pensando en el beso?"
La cara de Tae se puso aún roja.
"¡No! Cállate."
Comenzaron sus entrenamientos, era un día normal para todos. Hasta el mediodía se escuchó un anuncio.
“El presidente anunció la llegada de soldados militares estadounidenses. Harán una visita, así que reúnanse mientras vamos a la plaza."
Los oídos de Tae se levantaron de inmediato cuando escuchó "estadounidenses." No está tratando de ser xenófobo, pero en cuanto a lo que escribió la historia, no le gusta.
Se preocupó y, de repente, Jungkook apareció en sus pensamientos. Y nunca había estado más asustado.
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