Capítulo 17

2.5K 145 11
                                    

Zoé

Mi cabeza da vueltas pensando en Eva y en lo linda que estaría en estos momentos, mi mente imagina varios escenarios de ella y yo algún día juntas y sollozo en silencio por eso. Se que Andrey la está cuidando bien y eso es algo que siempre le voy a agradecer.

Veniamin chupa mi cuello y succiona con fuerza cada que embiste más rápido, mis piernas están en sus caderas, y mi cuerpo sede a dejarse tocar por él, pero mi mente está en otro lado, y eso era algo que nunca iba a tener.

—Tu coño sigue apretado aún después de tener una hija, me gusta esto—Besa mis labios y reparte más chupetones en mis pechos.

Este tipo se tiene que morir y espero el momento para hacerlo yo misma, maldita sea.

Sale de mi interior acostándose con la respiración agitada y toma tres copas de vino seguidas. Gruñe cuando se acaba la botella y se acomoda en la cama para quedar dormido.

—Veniamin—Lo llamo y no recibo respuesta.

Me levanto como todas las noches y me doy una ducha, la bata de seda queda en mi cuerpo y camino por la mansión quedando en el jardín.

Falta poco.

Falta poco.

Falta poco.

Repito mentalmente, mañana pasaré un tiempo en la casa de papá y eso me alegraba demasiado, más que estar aquí. Gracias a nuestros tratos tenía derecho de estar con mi familia y también con él.

Me acuesto en el pasto viendo las estrellas y tarareando una canción, las pisadas de alguien se sienten y me levanto encontrándome con el fuerte cuerpo de Andrey.

—¿Qué haces aquí? —Me levanto queriendo sacarlo de la mansión—¿Acaso estás loco?

—Vengo por ti, para sacarte de aquí, no me quedé satisfecho con lo que acordamos en unas horas—Toma mi brazo queriendo sacarme del lugar.

—No, no lo hagas. No podemos no quiero que nadie salga lastimado, Andrey.

—Vienes conmigo y punto, no puedo verte vivir este infierno así que tú decides si te vienes o te quedas aquí—Me extiende su mano para salir de aquí y las ganas de tomarla aparecen, pero no quiero que ninguno resulte muerto.

—Voy contigo, pero solo está noche. Tengo que regresar temprano, mañana en la noche podemos volver a vernos para acordar el plan con papá y mi hermano.

—Está bien, sígueme—Toma mi mano y salimos corriendo por todo el jardín, mis pies desnudos tocan el pavimento y Andrey me ayuda a entrar al auto.

Ambos quedamos en el asiento de atrás y llegamos a la mansión de él, me bajo con él a mí lado y toma mi mano para que lo siga.

—¿Quieres conocerla? —Me pregunta abriendo la puerta de una habitación.

Asiento en silencio y él enciende la luz dejándome ver una cuna color rosa palo en su habitación, camino hacia ella con cuidado y encuentro a mi pedacito de cielo ahí jugando con sus dedos. Las lágrimas salen sin ser avisadas y la tomo en mis brazos dándole varios besos a sus mejillas regordetas.

—Mami te ha extrañado demasiado—La beso otra vez y ella me observa con sus preciosos ojos.

Dios mío es tan perfecta que no puedo creer que haya estado en mi vientre.

Andrey se acerca por la parte de atrás y nos abraza a ambas.

—Es bueno tener a mis chicas en casa—Besa mis labios y luego la cabeza de nuestra hija.

Besos Mortales ✔️ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora