AMOR PELIGROSO

CAPÍTULO 1

Estábamos bailando, papá había organizado una fiesta, por un pequeño capricho de mi madre, pero no puedo quejarme, la estoy pasando bien.
De alguna manera en los bailes me siento libre, disfruto mucho la música y ver a la gente riendo.
Tomó mi vestido para alzarlo y no pisarlo, no quiero ensuciarlo, es muy lindo y costoso para echarlo a perder.
Tomó las manos de una invitada, para bailar y enseguida cambiamos, todas reíamos, una sombra en uno de los balcones llamo mi atención, la sonrisa que tenia se detuvo  al ver alguien apuntándome, la persona y yo hicimos contacto visual, sentía mi corazón latir a una velocidad inimaginable, tiene unos ojos preciosos, este hizo de lado su arma se echo para atrás, giro y salió corriendo.
¿Qué mierda? Mire a todos lados y parecía que nadie se había dado cuenta, ni los guardias, corrí en dirección a donde pudo haber ido, se que es una pésima idea ¿pero por qué no disparo? No es que quisiera que me dispararan, pero, es extraño.
Llegue al patio trasero y no había nada, la adrenalina la tentó al mil, caminé hacia los arbustos buscando pero nada, ni si quiera los guardias se han dado cuenta de que estoy aquí, que bien cuidan a la princesa, pude haber muerto.
Oh no, lodo en mi vestido, tan lindo que se veía, tome el vestido caminando hacia la parte delantera, el señor Hyunmin entró con su hijo.
Sigo un poco inquieta por lo que sucedió, la persona puede seguir a dentro, quizás se escondió bien.
Entre buscando por toda la parte de arriba, un guardia fue hasta mí para guiarme con mis padres. Hice una reverencia
— Querida _____, la fiesta tiene un motivo más preciso de lo que imaginas — hablo mi padre, el Rey Jack — Hyunmin y yo tenemos el gusto de informales que, Chan y tú se van a comprometer.
Ambos soltamos un "¿Qué?", mire a mis padres y al amigo de ellos, no pueden hacer esto, está mal, yo no quiero, tengo que decidir por mi misma. Es mi futuro.
— No, no me casare con él, padre, a mi no me vas a utilizar para tus cosas, soy tu hija ni una propiedad o algo.
— Es una princesa y se presenta así — señaló Chan mi vestido — No tiene modales
Todos me miraron, me sentí avergonzada.
— _____ Anderson, como es posible que estés así — señaló mi madre enojada — No es correcto de una señorita
— Tampoco es correcto ofrecer a su hija, y saben que, casi me matan, había un tipo apuntándome con una arma — señale en donde se encontraba — y ustedes ni en cuenta, mucho menos sus guardias, eso no es correcto.
Se quedaron callados. Los presentes en la fiesta ni en cuenta de lo que está sucediendo con la realeza, se ven tan felices divirtiéndose.
Chan trago saliva ajustando su moño, arque una ceja ante su comportamiento. Me quede fija viendo sus ojos cafés, di un paso hacia él, ladee la cabeza, este se giró hacia mi padre.
— Rey, con el debido respeto que merece, lo correcto es que nos den un tiempo de conocernos.
¿Ya cambio de opinión? No puede ser, pase mis manos por mi rostro frustrada.
— Con su permiso, yo me retiro, debo de ir a cambiarme el sucio vestido — lo dije en forma burlona, sonriendo del mismo modo.
Me di vuelta para irme, pero una mano me sostuvo, giré para ver de quien se trata, Chan.
— Te acompañó — hizo que mi brazo se enredara con el suyo —
Caminábamos en medio de la gente, la cual nos volteaba a ver.
El chico es guapo, demasiado, pero no me quiero casar, no aún.
Ya íbamos subiendo las escalaras.
— Te me resultas muy familiar.
— Fotos, mi padre y el tuyo son mejores amigos, ahí me viste.
— No creo — susurre—
Saque mi brazo ya que nadie veía, a excepción de los guardias.
— Yo si te he visto en fotos.
Tome los guantes que traía puestos para quitármelos, me detuve sacándome los zapatos, me agaché recogiéndolos.
— Como sea, Chan, debo irme.
— Te llevó — insistió quitándome los zapatos—
Me hizo avanzar para poder guiarlo, al llegar a mi cuarto abrí, este me empujó para pasar, lanzó los zapatos al piso.
— Bien, tu cuarto tiene buena posición.
— ¿De qué hablas? — deje los guantes en el tocador, me quite mis accesorios —
— De nada, olvidado — se puso a inspeccionar todo el cuarto, me le quede viendo —
— Puedes marcharte ya — señale la puerta — Me quiero cambiar.
— Claro, mañana nos veremos — salió del cuarto, me acerque a la puerta para ponerle el seguro —
Qué tipo tan raro.
Me quite el apretado vestido, una pijama linda y cómoda.
Me acosté en la cama, y a los segundos deje de pensar.

Me había quedado dormida, me despertó la luz del sol, se me olvidó poner mis cortinas, una mucama anunció su llega, entro dejándome el desayuno, se ve delicioso.
— Muchas gracias — le sonreí —
Se fue dejándome sola, me propuse a desayunar.
La imagen de aquel tirador reapareció, sus ojos cafés en mi mente, ¿quién carajos era?
Dos cosas un poco bruscas pasaron ayer, yo no puedo casarme, me negaré hasta el final.
Termine mi desayuno, me levanté para llevar la bandeja a la cocina, una chica de aseo me la quito apenada, le dije que no pasaba nada, pero ella insistió.
Mi padre está platicando con Chan, me encamine para poder espiar su platica, escondiéndome detrás de una maceta blanca grande.
Chan promete que cuidará de mí, y que él entendía los motivos por el cual tomaron la decisión. Me estás jodiendo, como puede entenderlo, es inaceptable. Mi enojo me hizo actuar sin dame cuenta, empuje el jarrón haciéndolo caer contra la pared di un buen brinco hacia atrás asustada.
Mierda.
Tenía la atención de todos, mi padre y Chan caminaban hasta mí.
— Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas — Chan se burló del regaño de mi padre — Eres una princesa y no te sabes comportar.
— Y tú no te sabes comportar como un padre amoroso — recalque —
Mi padre miro a Chan, este asintió, el Rey se fue dejándonos, el mencionado antes me tomó de la cintura llevándome con él.
— Cuéntame de lo que sueles hacer, quiero conocerte.
— No es necesario — aparte su mano — Iré a mi cuarto, quiero estar sola.
— Princesa _____, si me permite quiero conocerla — hablo con formalidad —
— No seas formal — nuevamente lo tuve frente a mí —
Me acerqué quedando a centímetros de distancia, lo tome de la mejilla para mirar detenidamente sus ojos, Chan me apartó volteando a otro lado.
— Siempre evitas mi mirada.

Holaa, es mi primera historia de este estilo, es un pedido especial para una amiga, y espero la disfruten muchísimo <3