Capítulo 15: Voy a amarte por el resto de mi vida.

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Eunha evitó moverse cuando despertó. Sus ojos se mantuvieron cerrados, nunca eran útiles abiertos, pero mantenerlos así ahora parecía una forma de apreciar lo que estaba a su alrededor, parecía afilar aún más sus sentidos. El cuerpo desnudo de Sowon estaba junto al suyo. Ellas eran tan solo dos personas en una. Sus cuerpos tal y como vinieron al mundo, cubiertos tan solo por una fina y suave manta. Eunha percibió el olor que emanaba la piel de Sowon. Resistió la tentación de hundirse en su cuello como si pudiese nadar en su esencia.

—No estás durmiendo.

Eunha se asustó al escuchar la voz suave y ronca de Sowon. Las palabras saliendo más ásperas que lo normal, lo que hizo a Eunha deducir que ella también había acabado de despertar.

La chica soltó una pequeña sonrisa y se acogió aún más en Sowon, quien soltó un gruñido de satisfacción y acarició sus cabellos.

—Abre los ojos, Bunny. Me parece maravilloso ahogarme en ellos por la mañana —pidió Sowon en un tono bajo.

Eunha abrió los ojos lentamente y se inclinó ofreciéndole sus labios, los que Sowon rozó sin pensarlo. Ella observó el mar color grisaseo frente a ella. Ojos por los cuales ella pretendía vivir de ahora en adelante.

—¿Qué hora es? —preguntó Eunha.

Ella sintió a Sowon moverse, los cuerpos separándose por un segundo, tan solo para satisfacerse con un nuevo contacto.

—Las seis de la mañana, Bunny —respondió.

Eunha sonrió una vez más y acarició el abdomen desnudo de Sowon, sus dedos subiendo hacia la curva de los pechos. Ella sintió a la chica tensarse, su piel erizándose ligeramente.

Sowon se inclinó y la besó. Un beso tranquilo y apreciativo, un beso apasionado que hizo a Eunha suspirar en sus labios.

Sowon sonrió en sus labios.

—Voy a amarte por el resto de mi vida —susurró Eunha.

—Y yo voy a estar ahí para retribuir ese amor —respondió Sowon en el mismo tono.

Sowon volvió a recostar la cabeza de Eunha en su pecho, el cabello de la pequeña haciéndole cosquillas en su nariz.

—Todo fue tan rápido, ¿no? —preguntó Eunha frunciendo el ceño.

Ella sintió a Sowon tensionarse debajo de ella.

—¿Te arrepientes? ¿Hice algo mal? —preguntó Sowon.

Eunha sonrió contra su pecho.

—Cielos, fuiste increíble. ¿Estás consiente de que nunca hice esto antes?

Fue el turno de Sowon para sonreír.

—No. Tú eres muy receptiva, ¿sabías? Y solamente fui viendo y haciendo conforme a tu reacción y llegó a un punto en el que ya estaba descontrolada. No sé explicarlo... —Sowon besó la frente de Eunha— Solamente tenía unas ganas insanas de devorarte —terminó en un tono de juego.

Eunha rio y después besó el cuello de Sowon cariñosamente.

—Podríamos hacerlo de nuevo —insinuó ella.

Sowon sonrió.

—No, no podemos, escuché ruidos allá afuera, creo que tu mamá despertó y tengo que irme —explicó Sowon con pesar.

Eunha se quejó y se acogió aún más a la chica.

—Ni siquiera hemos hablado sobre tu oportunidad y esto es tan bueno. No puedes irte ahora.

A través de ti (Wonha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora