SASUSAKU: THE LAST

Hogar

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La lluvia lo empapaba de pies a cabeza. Ni siquiera se había dado cuenta como había llegado hasta ahí, ¿cómo había corrido tan rápido?

A la velocidad a la que se había alejado de la aldea ni Lee, el ninja más rápido que conocía, habría sido capaz de alcanzarlo.

—¡Detente! —gritó la voz de Itachi en su cabeza más de una vez pero Sasuke lo ignoró por completo, no estaba seguro de que debía hacer a continuación y tampoco sabía porque se sentía tan... vacío.

Sasuke llamó a la puerta de la casa, el único lugar al que se le ocurrió ir. Espero un segundo hasta que una anciana abrió y le sonrió con amabilidad.

Detrás de ella una niña corrió y abrazó a Sasuke con emoción.

—¡Sasuke! —gritó la niña.

Sasuke acarició el cabello de la niña—. Hola Saku.

La niña lo miró con sus grandes ojos brillos. Feliz de ver al Uchiha.

—Nos alegra que hayas vuelto —dijo Kaede permitiendo a Sasuke entrar a la su casa.

El chico siguió a la anciana, un tanto avergonzada de que la mujer tuviera que mojarse para abrirle la puerta.

La anciana lo llevo hacia el comedor. Sasuke comió y bebió sin ganas pero afortunadamente nadie le hizo preguntas incómodas y agradeció lo entusiasta que era Saku para contar sus propias aventuras.

Finalmente la niña se durmió y Sasuke llevó a la pequeña a su habitación.

Al volver al comedor Kaede lo observaba atentamente.

—¿Momentos difíciles, he? —preguntó

Sasuke se sentó frente a ella. Quería llorar como un niño pequeño pero no podía, sería humillante.

La anciana le sirvió una pequeña taza de té, pero Sasuke fue incapaz siquiera de moverse para tomarla.

—Debió ser doloroso —dijo la mujer.

Sasuke tembló ¿cómo podría explicarse?

—¿Quieres hablar de eso Sasuke? —preguntó la mujer.

Sasuke miró el té—. No esta noche —pidió.

Kaede sonrió y sin decir palabra condujo a Sasuke hasta la habitación donde lo había hospedado la última vez que se encontró ahí.

...

Sakura se levantó de la cama, de inmediato la cabeza le dio vueltas. Tardo un rato en enfocar bien la vista y cuando finalmente lo logró observó a Ino sentada en una incómoda silla frente a ella.

—Me alegra que estés bien —dijo la rubia aunque a Sakura su tono de voz no le sonaba especialmente alegre.

—Dame agua, Ino —pidió Sakura. La rubia le pasó un vaso de agua

Sakura cerró los ojos al ver a Ino cruzarse de brazos.

—¡Lo que hiciste fue horrible! —gritó la chica.

Sakura frunció el ceño—. Hice lo necesario para liberarnos a ambos.

—¡No! —dijo Ino—. Hiciste lo mejor para hacerlos sufrir a ambos, además ¿quieres que todos mintamos por ti?

—No les pido que mientan solo... que no mencionen en sus conversaciones con él —pidió la chica.

—Sakura en verdad creo que no pensaste muy a fondo todo esto —dijo Ino—. ¿Cómo le vas a ocultar que estas viva cuando literalmente todos tus amigos son SUS amigos.