V ┊Pijamada de chicos

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El sol ya está ocultándose detrás de las escasas nubes que acompañaron el día, mas al tener encendidas todas las luces de la casa, para desgracia de Jessica, hace que no sea necesario

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El sol ya está ocultándose detrás de las escasas nubes que acompañaron el día, mas al tener encendidas todas las luces de la casa, para desgracia de Jessica, hace que no sea necesario. En la habitación del mayor de los hijos una película puesta en pausa y un castaño parcialmente aburrido.

—Jinnie tonto, ¿Cómo no hizo sus deberes antes?— rodó los ojos dramáticamente tirándose de espaldas a la cama.

La madre de Hyunjin entre regaños vergonzosos, apropósito, frente a Minho lo mandó a la sala a hacer sus tareas de la escuela. Si, fue gracioso e incomodo, pero pausaron Rogue One en el momento más emocionante.

Al girar en la cama siente que algo molesta en su bolsillo y al revisarlo ve el anillo plástico color rojo. Sonríe sin ser consciente y se levanta con toda la intención de ir a ver a su dongsaeng favorito en el mundo. Es raro porque generalmente al llegar a esa casa es el primero que lo recibe y se le pega como garrapata, aunque de una forma linda claro está, pero esta vez no lo ha visto ni por si acaso. Y eso, de cierto modo, lo decepcionó un poquito.

En su habitación Christopher está mordiendo su labio sin parar mirando a la puerta. Antes de que Honnie llegara a su casa su madre, Hyunjin y él habían tenido una pequeña discusión que terminó en "No debes molestar a tu hermano mayor cuando llegue Minhonnie, él lo invitó esta vez Chan~ah". Así que se encerró en su habitación enojado. ¡Es su esposo! Si no lo ve podría fallecer de tristeza.

—¡No es justo!— exclama por encima vez tirando a uno de los miles de peluches esparcidos por su cama al suelo—. Ja, débil.

Su sonrisa malvada se borra en el momento en que la puerta se abre —por sus berrinches su madre quitó el seguro para que no se pudiera encerrar completamente— y ve al ser más hermoso del universo al cual ama tres millones en la puerta.

—Hola Chris— saluda y no pasan ni tres segundos cuando Christopher se ha lanzado a abrazarlo gritando su nombre—. ¿Porqué no habías ido a saludar a tu hyung? Eres un mal esposito— bromea.

Christopher siente sus mejillas ponerse calientes aún en el abrazo. Mira hacia arriba encontrándose con los ojitos claros del contrario—. Hyunjin hyung es malo, convenció a mamá de que los molestaba y que quería secuestrarte. ¡Pero no es secuestro si hyung quiere! ¿Cierto?— pregunta divertido y con un brillito en sus ojos.

—Ya, no te pongas en modo villano raro— sacude el cabello azabache del más pequeño.

—Hyunjin es el villano—. Ambos ríen y finalmente Christopher suelta al mayor cerrando la puerta para que su molesto hermano no interrumpa. Según Christopher, él ya ganó.

Se sientan en la cama y Christopher sonríe al ver en las manos de ambos los anillos puestos, es todo lo que necesita para ser feliz por el resto de su vida. Su corazón martillea torpemente y aunque le da miedo, le gusta.

—¿Qué estabas jugando? Tienes todo un desastre aquí.

Christopher se muerde ambos labios ¿Es muy infantil haber estado jugando con sus peluches? Él es un niño grande, que hace cosas de grandes. Pero sus peluches lo miraban con ojitos de pena, y el no puede permitir que se empolven ¿Cierto?.

Minho nota el pequeño colapso mental tomando uno de los múltiples ositos de felpa—. Oh, yo tengo uno igual a este en casa, me encanta.

El de cabello más oscuro levanta la mirada alzando sus cejas—. ¿En serio hyung?

—Si, amo~ los peluches— asiente alargando la palabra amo en la última sílaba.

Christopher vuelve a sonreír en milésimas de segundos tomando así a su esposo de la mano y tirándole hacia la cama donde le pide que juegue con él.

«Ah Minhonnie, tan débil ante tu menor» piensa el castaño divertido.

La mano de su Channie zarandeándose frente a su rostro hace que vuelva a la realidad donde peluches muy bonitos en columnas se mostraban frente a él.

El corazoncito del menor golpea fuerte contra su pecho antes de decidirse a intentar algo nuevo—. Elige uno, esposo.

Ambos se ponen rojos como el peluche en forma de corazón que Minho ha tomado entre sus finos dedos.

Christopher jamás lo había tuteado y llamado esposo de una manera tan directa. Encima sin tartamudear ni un poquito.

—¿Hyu–hyung? ¿Está molesto?

Los ojitos azules del mayor suben a los cafés y se quedan allí unos segundos, como si estuviese hipnotizado. Christopher muerde su labio preguntándose si lo que hizo está mal, de todas formas no aceptará el divorcio. Aunque su Honnie no quiere dejarlo, ¿o si?.

—¿Cuándo me he enojado contigo?— toca su nariz con la punta de su dedo haciendo que Christopher haga una cara extraña al seguirlo, lo cual lo hace reír—. Puedes tutearme si quieres, pero sólo cuando estemos solos. ¿Está bien, esposito?

Christopher asiente frenéticamente lanzándose sobre los peluches a abrazarlo. Hasta que piensa en que quizás los está ahogando y si los juguetes tienen vida como en Toy story, teme que se venguen cuando duerma así que se levanta asustado.

Minho eligió para él el peluche de un conejito, que según Channie se llama Leebit, y eligió el de un lobito gris para el otro, que justo se llama WolfChan como él. Juegan por un largo período de tiempo y son todo risas. Sobre todo Minho al Christopher lanzar a un peluche de Huron blanco por estar muy cerca del de su esposo.

—Buenas noches Chris, creo que Hyunjin~ah ya debe haber terminado sus deberes—. El menor hace un puchero mirando hacia el suelo lo cual hace que su cabello azabache cubra sus ojos. El corazón del mayor se contrae e inmediatamente va hacia él y le de un besito en la frente, para finalmente acariciar sus mejillas y ver como su pequeño bebé mimoso recibe sus caricias—. Prometo que la próxima vez vendré a verte a ti.

Por su parte Christopher esta disfrutando del contacto. ¿Cómo podía tener las manos más suaves que incluso las de su madre? Bueno, que ella es brusca cuando da cariño. Pero su Honnie sabe exactamente donde acariciar y cuando hacerlo. Hace muy feliz a su corazoncito.

—Buenas noches, te quiero hyung.

—Te quiero más— responde antes de salir de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.

Christopher ordena sus juguetes para ir a dormir pero antes toma a WolfChan y a Leebit. "Te amo Leebit" "Yo también a ti Wolfie" finge unas voces un poco más chillonas antes de hacer que se den un besito con una sonrisa tímida.

—Ya~, ¿Qué es esto, Chan~ah?— pregunta un divertido Hyunjin asomándose por el marco de la puerta al haber pillado a su hermano in fraganti.

Las mejillas del menor se sonrojan a más no poder y oculta los peluches tras su espalda. Aunque inmediatamente se enoja, además de robarle a su hyung invade su privacidad.

—¡No es lindo andar espiando!— le grita antes de lanzarle con fuerza los peluches pero Hyunjin es más rápido y cierra la puerta. Es entonces cuando Christopher se da cuenta de lo que ha hecho—. ¡Leebit!

 ¡Leebit!

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My Little Alpha | ChanHo/Bangho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora