Amαrre - Soukoku

Acompañado

Al salir del trabajo, Dazai se fue directamente a la casa de Chuuya.

Caminando en silencio, pensando en las cosas que han pasado.

¿Se enamoró de Chuuya? Así parece ser, Chuuya es tan hermoso que no parece ser de este mundo, pensaba el castaño.

Osamu no podía dejar de pensar en el más bajito, quería tenerlo cerca y abrazarlo tan fuerte para que sus órganos salieran de su cuerpo, es broma.

Según lo que sabía, Nakahara tiene unas pequeñas vacaciones, ¿Cuantos días le quedarían para volver al trabajo? Sospechaba que unos 5 días.

5 días en los cuales podía tenerlo para el solito.

Pero recordó algo, Un pelirrojo que trabajaba con Nakahara y que siempre se le pegaba, ¿Tachihara? No recordaba muy bien su nombre, el tema es que ese pequeño estúpido se acercaba de más a su Chuuya.

El no iba a soportar eso.

Se tomaba demasiadas libertades con el.

Chuuya es su superior y el es solo su subordinado.

No pueden actuar tan amistosamente.

No quiere que cuando Chuuya vuelva a la mafia se aleje de el para irse con Tachihara.

El buen humor que tenía Dazai desapareció.

Su expresión contenta cambio drásticamente a una que asustaba a todas las personas que pasaban a su lado.

Se apresuró en llegar al hogar de Chuuya, tenía que dejarle en claro algunas cosas.

[...]

En menos de 10 minutos ya estaba allí.

Rápidamente tocó la puerta. Tres golpes y fue abierta.

—Osamu, Bienvenido—Dijo dulcemente el pelirrojo.

Dazai, apesar de venir con cara de pocos amigos, no pudo evitar sonreír, Chuuya se veía tan lindo.

—Estoy en casa—Contestó.

Se sonrieron mutuamente y así ambos amantes se adentraron en la casa.

—¿Como te fue? Al abrirte la puerta tenías una expresión aterradora—Comentó el de ojos azules.

Dazai lo había olvidado, el enojo regreso e hizo una mueca.

Derrepente Chuuya estaba contra la pared, La acción del más alto lo había asustado un poco.

—¿Osamu, que ocurre?—Susurró.

Dazai no respondió, simplemente empezó a besar el cuello del mayor.

Nakahara estaba sorprendido, ¿Que le pasaba a ese idiota?

—Dazai, sueltame en este jodido instan- ¡Aaah!

El más alto lo había mordido... Maldición, eso había dolido.

Trató de alejarlo pero el otro se aferró más a él.