Amαrre - Soukoku

Te amo

Luego de ese desastroso evento en el cual nuestro querido Chuuya salió corriendo, Dazai se quedó pasmado.

Chuuya corría y corría, no le importaba el hecho de que Osamu se quedó en su casa.

Lo único que quería era estar solo, aunque le pareció una mejor idea ir con la mujer que le quitaría el hechizo a Osamu.

Ya había conversado con esa persona así que no estaba mal ir directamente.

Fue corriendo lo más rápido que podía, le asustaba la idea de que Dazai podía estar siguiéndolo.

A paso apresurado llegó rápidamente al lugar en el cual habitaba la mujer.

Llamó a la puerta e inmediatamente está se abrió.

—¿Que es lo que ocurre?—Preguntó una mujer bastante hermosa, vestía de negro y se veía bastante amable.

—Disculpa, vengo algo apresurado, soy el chico que te contactó para deshacer un amarre—Susurró lo último, no quería que nadie más se enterará.

—Ohh, claro, claro, pasa, siéntate por ahí, necesito que me cuentes lo que ocurrió con lujo de detalles—

Chuuya rápidamente entró y se sentó en uno de los sillones que había en ese lugar.

Inhalo profundamente y empezó a relatar lo ocurrido.

La mujer lo escuchaba atentamente, a medida que Chuuya avanzaba con su historia, la mujer parecía cada vez más interesada en el tema.

—Muchacho, no debiste hacer eso sin tener experiencia, debiste consultar con alguien al menos—Le reprendió la mayor.

—Lo se, estoy muy apenado... No pensé que esto resultaría de esta manera, le conté a Dazai lo que hice y me vine hacía aquí corriendo, estoy tan asustado, no quiero que el me odie... —Confesó Nakahara.

La mujer asintió con la cabeza.

—Entiendo, La desesperación de ser amado por la persona que más adoras es enorme, bueno, me alegra que le hayas contado, el pudo enterarse por otros medios y eso hubiera resultado peor. Ahora necesito que me des un momento, voy a buscar las cosas que utilizaré para deshacer el hechizo y todo terminará—Le dijo la mujer.

Chuuya asintió rápidamente, la mujer caminó y desapareció por unos minutos, Seguramente ya estaba haciendo quien sabe que cosas para deshacer el amarre.

Chuuya se puso a pensar, ¿Que era lo que Dazai iba a decirle? En ese momento se arrepintió tanto de huir, pero bueno, la vida continúa.

Es broma, Chuuya no podía dejar de pensar en lo que Dazai querría decirle.

¿Lo comprendería?

O simplemente le diría palabras hirientes.

Realmente le encantaría saber pero a la vez no.

De un momento a otro, la mujer ya estaba de vuelta.

—Ya esta todo listo, tú tranquilo, el amarre ya no existe—Dijo la hermosa mujer.

Chuuya suspiro y le dió las gracias, se despidió y salió del lugar.

Esta vez caminaba a paso lento, estaba triste, no iba a negarlo.

No sabía a donde ir, podría ir a su casa pero la posibilidad de que Dazai estubiera ahí era gigante.

Tenía tantos sentimientos encontrados... Decidió sentarse bajo un árbol que había por ese lugar.

Se relajó, bueno, lo intentó.

Cerró los ojos, no quería pensar en lo sucedido, todo esto lo tenía muy mal.