Todas las mañanas despertaba y tú estabas a mi lado.
Y todas las mañanas me preguntaba si amar tanto a una persona era posible.
Amaba tu sonrisa que iluminaba un cuarto oscuro.
Amaba tus manos pequeñas y delicadas como flor de cerezo. Amaba tus ojos, aquellos donde siempre era de noche.
Amaba mirarte y pensar que nunca te irías de mi lado.
Pero el destino nos separo.
Convirtiéndote en cenizas.
Un puñado de cenizas que ahora se lleva el viento.
Dejandome solo tu recuerdo.
Solo sigues viva en mis sueños.
Sueños que me hacen creer que cuando despierte mañana tu estarás de nuevo en mi cama.
Diana Camila Guzmán
ESTÁS LEYENDO
Serendipia
PoetryHallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se esta buscando otra cosa distinta. En este poemario encontrarás pequeños fragmentos de mi que quiero presentarle al mundo. Por lo tanto son diferente y tal vez no agrade a todo público pero so...