𝐂𝐚𝐩 𝟏: ¿Quién es ella?

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Debía haber una buena razón para que Marco se encontrará en mi departamento un domingo por la tarde. No he de mentir me caía bien, pero eso no era un gran motivo para que me entusiasmara la idea de tenerlo aquí, de hecho, prefería estar solo en mi departamento.

—¿Puedo saber que quieres? — le pregunté una vez vi que iba directo a mi minibar y se servía una copa.

—¿Qué no puedo saludar a mi mejor amigo? — lo mire mal para después juzgar su vestimenta.

—No vienes vestido como para visitar a un amigo, más bien parece que después de aquí te vas a ir a una fiesta — se terminó de un trago lo último que quedaba en el contenido del vaso para después caminar hacia mi dirección.

—Bueno ya que insistes. Lauren va a hacer una fiesta en su casa, y yo como su novio vengo a invitarte — me cruce de brazos mientras lo observaba.

—¿Por qué yo debería estar ahí? — suspiro resignado.

—Para empezar, no es una fiesta sino estamos las tres personas más influyentes de la universidad, Lauren, tu y yo  — sonreí divertido, podría parecer muy egocéntrico de su parte, pero era la realidad.

Lauren era una de las chicas más populares y hermosas de la universidad, venía de descendencia afroamericana, lo cual la convertía en un metro setenta y cinco de pura piel bronceada y cabello rizado. Marco por su parte era el típico chico con el que cualquier chica soñaba, alto, con el cuerpo trabajado debido a lo deportista que a veces solía ser, sumándole ojos de color azul y cabellera rubia, eso los convertía en una de las mejores parejas de la universidad, por otro lado, estaba yo, con mi inquebrantable fama de romper corazones y de chico que nunca buscaba una relación seria, solo relaciones físicas con aquellas que tuvieran la fortuna de que yo fijara mi atención en ellas.

Cuando los tres nos juntábamos para tener o ir a una fiesta, todos querían estar ahí, porque no todos tenían la fortuna de asistir o de decir que estuvieron en la misma fiesta que nosotros, así que entendía las razones por las cuales Marco quería que asistiera.

—Además — continuó — es tal vez la última gran fiesta a la que asistamos, son las últimas vacaciones que tendremos, después nos graduaremos de la universidad y nuestras vidas cambiarán así que — me arrojo una chaqueta que estaba en el sillón — no te hagas del rogar y vamos.

La casa de los padres de Lauren no estaba tan lejos de la zona donde se encontraba mi edificio, así que no demoró más de veinte minutos en que llegáramos. Estacione mi auto, cerca de los demás autos que se encontraban en la acera de la casa. Todavía no llegábamos, pero el ruido de la música se podía oír a dos cuadras, mientras que un sinfín de personas ebrias y con las hormonas al tope entraban y salían.

Los padres de Lauren eran un tipo de políticos muy importantes, razón por el cual muy rara vez se encontraban en casa, motivo el cual le permitía hacer las fiestas más escandalosas de la ciudad y nunca nadie se quejaría, pues tenía las de perder.

Cuando entramos a la fiesta, el olor a tabaco y alcohol llego a mis fosas nasales, un olor al cual estaba muy acostumbrado.

—Sabes quien está aquí — Marco trato de hablarme encima de la música — Bella, recuerdo que me habías dicho que ella había sido un buen polvo, tal vez hoy lo repitas — sin más se alejo para ir con su novia la cual estaba a pocos metros de nosotros.

Si, Bella había sido un buen polvo, pero no lo repetiría, ya que la chica desarrollo un tipo de enamoramiento hacía mi la última vez que estuvimos juntos, y había sido un completo reto evitarla en la universidad, así que no, no se repetiría.

Camine hacia mis amigos, recibiendo un abrazo de Lauren la cual ya se encontraba algo tomada.

—Qué bueno que viniste Jackson — me acerco un vaso rojo con alcohol — esto ahora si es una fiesta.

Durante la fiesta varias personas se acercaron a mí, para conversar un rato, pero ninguna llamaba mi atención para que la charla durará más de un minuto. No solía aburrirme en las fiestas, pero está fácilmente se podría convertir en la primera. Todas las personas presentes ya las conocía y la mayoría de las chicas que aquí se encontraban, ya había estado con ellas y no me apetecía repetir con ninguna.

Diamonds de Rihanna comenzó a sonar por el lugar lo cual me hizo poner los ojos en blanco, solo a Lauren se le podía ocurrir poner una canción romántica en una fiesta.

En ese momento un destello dorado llamo mi atención, era una chica de larga cabellera rubia, lleva el cabello en ondas y un vestido brillante plateado que le llegaba a la mitad de los muslos, sus altos tacones del mismo color del vestido, hacia realzar sus largas piernas. En lugar de estar bailando o platicando con alguien se encontraba parada en una esquina de la casa mientras que observaba fascinada a las personas que si bailaban.

Me acerque a mis amigos, sin despegar la vista de la chica.

—¿Saben quién es ella? — hable encima de la música para que ambos pudieran escucharme, los dos giraron a ver a la chica de cabello rubio.

—Nunca en mi vida la había visto, tal vez es de otra universidad — hablo Marco.

—O es un tipo de modelo, porque realmente es hermosa, si quieres puedo hablar con ella — antes de que diera un paso, ya me encontraba caminando hacía la rubia.

Una vez llegue a la rubia, me observo algo asustada y nerviosa, no entendía porque, como tampoco entendía porque estaba tan interesado en ella, era como si una cuerda invisible me jalara a ella.

Eso sin contar que sus ojos azules, me cautivaron de una extraña manera.

—Hola, soy…

—No hay necesidad de que te presentes — me interrumpió — todos en este lugar sabemos quién eres Michael.

  —¿Así? Y según tú, ¿Quién soy? — pregunte aún más interesado en ella.

—El típico chico que solo busca llevar a las chicas a su cama y después de eso pasar a la siguiente — dio un paso hacía mí para susurrar en mi oído — pero te tengo una mala noticia Jackson, yo no formaré parte de tu interminable lista.

—Cómo sabes que quiero eso de ti, tal vez solo quiero conocerte — se rio.

—Ambos sabemos que no es así, así que por favor no pierdas tu tiempo conmigo y déjame tranquila — me dio la espalda y comenzó a caminar hacía la salida, así que la seguí.

—Porque huyes de mi — hable una vez los dos estuvimos fuera de la casa y el ruido. Al oír mi voz para en seco para después girar sobre sus tacones — al menos debería saber el nombre de la chica que me tiene tan mala fe, ¿no crees?

—Conozco tus intenciones Michael y no vas a llegar a ningún lado. Pero está bien te diré mi nombre — camino hacia mí, para detenerse a escasos centímetros — Marianne Forbes, tu compañera de clase desde hace cuatro años — me quede congelado en mi lugar — sí, esa era justo la reacción que esperaba, no quieres que te crea que de la noche a la mañana estas interesado en mí, cuando durante cuatro años jamás me notaste — las palabras no podían salir de mi boca, pues ni siquiera sabía que decir — adiós Michael — me deposito un beso burlón en la mejilla y se fue.

Se había despedido de mí, pero eso solo era un inicio en esta historia.


𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora