𝐂𝐚𝐩 𝟓: Ahí estaré

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—Mirame Marianne — la tome del rostro, logrando vislumbrar el dolor en sus ojos — no trates de alejarme porque a esta altura no creo poder dejarte ir, aun no entiendo que esta pasando, pero creeme llegare contigo hasta el final — la abrace mientras sentía sus sollozos contra mí.

Deje que llorara, no le pregunte que pasaba, o porque quería alejarme, tampoco la detuve para que dejara de hacerlo, simplemente la deje estar acurrucada contra mi pecho. Cuando se sintió preparada se separó de mí, mientras limpiaba su rostro.

—Recuerdas cuando fuimos a la feria y te gané en un juego — sonrió entre lágrimas, lo cual también me hizo sonreír —, hicimos una apuesta, la cual aún no he cobrado, pero quiero hacerlo ahora — guarde silencio mientras esperaba su petición la cual sentía no era algo que me iba a gustar —, necesito que te vayas, te quiero y por lo mismo de que te quiero es que prefiero que me dejes sola.

—Marianne — lloró aún más.

—No Michael, quiero que estas semanas que hemos estado juntos se queden como un gran recuerdo al que me pueda sujetar, no quiero que todo eso sea remplazado a la compasión o lastima, no quiero tu compasión — se limpió las lágrimas, pero sin tener resultados pues no podía dejar de llorar.

—¿Porque me quieres alejar?, que no ves que no planeo irme, quiero estar para ti en lo que sea que este pasando, y no, mi cariño hacia ti no va a pasar a la compasión y mucho menos a la lastima — la sujete del rostro para que observará la determinación en mi mirada — pídeme cualquier otra cosa, menos que me aleje de ti, porque será imposible.

—Lo he notado desde el día en que te conocí — sonrió con melancolía, para después suspirar y tomar determinación. —Se que necesito explicarte muchas cosas — suspiró — solo me quedan algunos meses de vida, tengo un tumor y ya no tengo la energía de luchar contra el — el aire se queda atascado en mis pulmones, mientras observo a la mujer que esta frente a mí.

—¿P-ero no hay algún tratamiento, alguna esperanza? — digo con un enorme nudo en la garganta.

—Hay un tratamiento, pero solo es cuestión de suerte, no es un tumor que se pueda operar debido a la zona donde se encuentra, pero el tratamiento solo hace que mi energía se agote — las lágrimas empezaron a recorrer su rostro — pero estoy cansada, tome el tratamiento con la esperanza de que pudieran operarme o que por magia divina me curara, pero nada sirvió — se tapó la cara con las manos — ya no quiero esto, me canse de luchar.

La abrace, mientras que sentía como mi mundo se rompía no sabía que decir y tampoco podía imaginar cuanto había sufrido Marianne y mucho menos imaginar un mundo donde ella no estuviera.

—El doctor acaba de decirme que hay una esperanza en Alemania, mis padres me dijeron que lo intentará, pero… no es algo seguro.

—¿Porque no lo intentas?

—Porque no quiero pasar los últimos meses de mi vida en un hospital, la probabilidad de éxito no es alta y no quiero desgastarme más emocionalmente.

—Pero Marianne…— dije con un nudo en la garganta.

—Tu no digas lo mismo que ellos — comenzó a llorar aún más — no quiero pasar mis días en un hospital, tengo sueños quiero hacer muchas cosas y ya he interrumpido mi vida por varios tratamientos para obtener el mismo resultado, las decepciones duelen tanto, así que por favor no me dejes morir en un hospital.

—Apoyaré la decisión que tu decidas es lo mejor para ti — la mantuve abrazada mientras se escondía en mi pecho. Después de unos minutos volví a hablar —¿por eso me mantenías lejos verdad? — río.

—Si, justo esto era lo que quería evitar, me duele ver como lastimo a mis padres por mi enfermedad, si pudiera haría lo posible por no hacerles esto, pero no puedo, así que intento no hacérselo a otras personas, por eso no amigos, no parejas. Pero tu desde el primer momento fuiste insoportable — ahora fue mi turno de reír. —¿Sabes que lamento?

𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora