Con mi sangre

El idioma de las despedidas

Por si no lo has notado,
te he proclamado un Dios
en mi cama
cada vez que pronuncié
tu nombre.

Conjurarte en cada letra
con la que digo no volver
a buscarte
es mi manera de encarcelar
ese beso
con que me sentenciaste a morir.

Perdóname
si por más que digo alejarme
solo siembro mis pies
en todo lugar que ha tocado
tus manos.

No negaré jamás que
fuiste,
eres y
serás,
lo más sincero que
he llegado y
llegaré
a sentir.

Gimo recordándote
mientras escribo nuestra historia
con mis dedos sobre
mi piel.

Y vivo derramando versos
con la sangre que emana
de mi corazón.

Entérate ya:
Este es el único idioma
en que sé decirte
adiós.