Hay días en donde me despierto con esa misma profundidad en mi pecho, esa misma que ya no me resulta distante, sí no más bien algo común, pero que nunca llega a ser acogedor, ni mucho menos puedo llegar a acostumbrarme. Es fúnebre y pesado de llevar, ese mismo sentimiento le ha quitado sonrisas a mis días, sonrisas reales las cuales han sido reemplazados por unas simples y falsas. Le ha quitado energía a mi cuerpo y ha llenado mi alma de aflicción, y entonces hay momentos en donde miro a la nada y me pregunto. ¿Qué habrías hecho tú en mi lugar? Pero no hay respuesta, porque no hay a quién preguntar. Tú no estás aquí y no lo estarás jamás, yo ya no estaré en tus recuerdos, pero en los míos sí, yo te anhelaré en mis días y noches pero tú no. Yo te estaré añorado los días lluviosos y los días cálidos, yo te estaré amando cada día más con todas mis fuerzas...pero ese sentimiento ya no existe en ti. Yo te echaré de menos cada segundo de mi vida y cada estación de cada año, pero tú más sin en cambio ya dejaste de sentir aquello.
Tú ya no existes en mi presente y cuando me doy cuenta esa profundidad envuelve mi corazón al día que te perdió, al día donde me dijiste un adiós para siempre.
¿Por qué te vas?
¿Por qué me dejas sola?
Quédate a mi lado.
Sí, sé que te habría encantando quedarte conmigo, quedarte y ver las estrellas por las noches cómo solíamos hacerlo, o ir por el parque tomados de la mano, o cuando el frío invierno de diciembre azotaba y simplemente podíamos encontrar calor uno al otro.
Pero diciembre te arrebató de mi lado, arrebató tus sonrisas de mis ojos, me arrebató tus cálidas manos de las mías, me arrebató las noches de ver estrellas contigo y me arrebató la mitad de mi alma.
Diciembre se llevó todo de ti y también junto a ti todo de mi. Porque diciembre murió contigo, junto a mi, junto a nosotros y nuestro amor.
Nota: me inspiré un día cuando me acordé cuánto me gusta el mes de diciembre. 👁️👄👁️
¿Tienen un mes favorito?
