Kiora es una stripper y eso era un secreto. Un secreto que llevaba años escondiendo de su familia, amigos y novio. Hasta que Kalon Markov llegó a arruinarlo. Y lo peor es que el era el hermano de su novio, su maldito cuñado.
-Por favor, no se lo cue...
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—¡Jasmine! ¡Te toca salir!
Bufo exasperada y suelto el paño con el que estaba limpiando la barra. Llevo mi mano a mi cabeza cerrando los ojos durante unos segundos antes de caminar en dirección a Marc, mi jefe.
—Venga, muñeca. Lúcete un poco, perdimos a la puta de Alyssa y alguien tiene que aumentar los ingresos.
Da un golpe en mi culo y me muerdo la lengua para no matarlo aquí mismo.
Depravado, egolatra, asqueroso, idiota, suicio, hediondo. Lo odio.
—Te toca bailar con Aster y León. La gente quiere trio.
Aquí todos tenemos como apodo el nombre de una flor. Ninguno de nosotros quiere que se conozca algo de nuestras vidas, y menos nuestro jefe, Marc. Según él el misterio es lo más excitante para un hombre, y mientras más enigmáticas parezcamos más clientes acudirán, y por lo tanto más dinero.
En el local somos nueve artistas. Bueno, ahora nueve tras la huída de Alyssa.
Aster se llama así porque es griego y en grecia la palabra Aster significa estrella. León viene del diente de león, tiene el pelo rubio más rizado que he visto nunca, y por eso se quedó así. Ellos son los únicos chicos del local. León es bisexual mientras que Aster es hetero.
Dalia viene de la Dalia naranja, es la única pelirroja del local y recibió ese nombre. Iris nació en mayo, y la flor sale especialmente en mayo y junio. La madre de Rose se llamaba Rose, así que quiso adoptar ese nombre, igual que Daisy con su perrito fallecido. Lily por su inocencia, los lirios representan esta cualidad. Violet no tiene ciencia, tiene el pelo violeta. Azalea representa a la familia, y ella es la única madre del grupo.
Alyssa fue comprada por uno de los socios de Marc, el cabron le debía cuentas y las saldó con Alyssa.
Alyssa nunca nos contó el porqué de su nombre, pero todos tienen explicación.
Y por último, yo soy Jasmine. La flor de la belleza y la sensualidad. Son delicadas, blancas y amarillas, y soy rubia, junto a Alyssa (perdida por el mundo) y León.
La luz de la puerta en la sala de camerinos se activa, indicando que debo salir ya.
Me coloco el disfraz de conejo junto con unas medias y unos tacones y salgo. Le sonrío a las chicas por el camino y espero detrás de la cortina, viendo llegar a León y Aster.
—¿Nerviosa por tu primer trío, muñeca?— le enseño la lengua a Aster y ríe.
Galun le hace una señal a Aster y León para que pasen y se coloquen en las sillas. Respiro cuando la música empieza a sonar y espero unos segundos antes de salir.
Chanel perfume de Derik Fein suena y camino lentamente hasta llegar a la mitad del escenario. Deslizo las manos por mi cuerpo bajando lentamente hasta llegar al suelo y comienzo a gatear hasta llegar al medio de las sillas de los chicos. Me levanto en un movimiento rápido y muevo mi pelo a un lado. Paseo en círculos al rededor de las sillas, acariciando los cuerpos de los chicos hasta darla la espalda al público y dejarme caer boca arriba al suelo. Aster y León se levantan, arrodillándose a mi lado y comenzando a acariciar mi cuerpo.
La música de repente cambia a I did something bad de Taylor Swift y me levanto del suelo, dandole una patada suave a Aster y empujando a León. Camino hasta la barra, acariciandola con mis manos y al instante los chicos están detrás mío, quitándome la ropa y dejándome en la lencería negra. León agarra mi cuello y Aster cuela un dedo en mi boca, lo lamo castamente antes de comenzar a girar en la barra.
Escucho los vítores del público pero los ignoro. Bajo de la barra caminando entre las mesas hasta llegar a la del medio y subirme. Me siento y abro las piernas, dejándome caer hacía atrás, haciendo una voltereta sobre la mesa hasta caer en las piernas del chico que esta sentado en ella junto a sus amigos. Muevo mi culo y paso las manos por mi cuerpo aún sentada sobre el. Me levanto y giro sentándome cara a cara, y cuando veo su rostro me quedo pasmada.
—No me puto jodas— veo una sonrisa en su rostro. —Hola, cuñada.
