Capítulo 37: Ataque en la selva

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Playa en Hawái (EE. UU.).

Los chicos buscan indicios de donde fue lanzado el ataque, Eidan está en su forma animal olfateando el área, pero no consigue nada. Suelta un gruñido por la frustración, se devuelve a donde están los chicos cambiando a su forma humana.

Eidan: Nada, sin un rastro de olor. Esa chica esconde su magia de una manera muy pero muy impresionante, ni su olor se detecta —dice bajando su cabeza.

Rai: ¿Estamos seguros de que sea la chica que nos dijo el lobito? —pregunta.

Lance: Sí. Cuando esa mujer nos vio dijo que la mariposa tenía que esperar y que no se esperaba que otra criatura sagrada estuviera aquí, refiriéndose al chaparro —pasa su mano por el hombro de Ilan.

Nasim: Además, cuando el ataque nos cegó, dijo "Maldita, dame la cara" —recuerda —Por lo que no hay duda de que es esa mujer, tenemos que tratar de encontrarla.

Ilan: Oigan, ¿y si buscamos en la selva? —pregunta, todos lo ven asintiendo —Es el sitio donde tuvimos un primer avistamiento, ahí debe esconderse. Las hadas son guardianas de lugares así.

Mizu: No se diga más, entonces vámonos —asienten y van a cambiarse para ir a la selva.

Mientras tanto en las montañas se encuentra la reina arpía hablando con nada más y nada menos que Duncan a través de un cuervo.

Duncan: Así que los niños están en Hawái, ¡qué entrometidos! —se escucha su voz a través del cuervo.

Saddy: Así es, Duncan. Tus pequeñas pulgas están aquí y parece que no son unos novatos a pesar de ser tan jóvenes —le habla con mirada burlona —Sabes que es mucho los elegidos y esa mujer, no podré con mis aves.

Duncan: Ya te envíe troles, hadas y unos murciélagos que creo que te ayudarán con su gran olfato —le dice —Ya que esos mocosos son una espina clavada —asiente.

Saddy: Sí, se ve que son un dolor de cabeza —le apoya —Hay uno que purifica, se ve apetitoso y parece que es el menor de todos, ¿puedo comérmelo? —le pregunta malvadamente.

Duncan: Hazlo. Si quieres devóralo mientras esté vivo, ese mocoso me ha causado muchos problemas —habla molesto —¿Sabes qué clase de criatura es? —le pregunta.

Saddy: Para nada. Tiene un aura poderosa, digna de un elementary, pero solo se ve eso, y su olor es bastante raro, pero nada fuera de lo normal. Bueno, te doy más información luego —dejan de hablar y el cuervo se va. Un montón de criaturas aparecen a través de portales, todas las que Duncan le enviaría. La reina sonríe —Bueno, elegidos, nos veremos al anochecer —habla sonriendo.

Selva tropical en Hawái (EE. UU.). 6:00 p. m.

Los chicos caminan por la selva viendo si hay un rastro del hada, pero no encuentran nada por ningún lado.

Mizu: Llevamos caminado horas y no encontramos nada. ¿Hacia dónde vamos ahora? —pregunta.

Rai: Naah, seguiré mi instinto. Síganme los buenos —corre hacia al frente, los demás lo siguen y se caen por un barranco rodando todos hasta que llegan al piso —¡Ouuch! Dolió.

Nasim: Ahí van tus instintos. Qué querías, ¿matarnos? —dice con dolor, todos se levantan sobándose.

Lance: Bueno, ¿qué rayos hacemos? —pregunta —Voy a subirlos —Eidan lo toma del hombro, éste voltea.

Eidan: Un momento, bro. Percibo un olor, huele a magia. Quizás ustedes no lo sientan pero es leve, por allá —señala unos árboles, llegan y ven a una chica de cabello rojo largo con un pájaro, curándolo —Es ella la muchacha de la apuesta.

Los Elegidos: LA RUPTURA DEL SELLO (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora