La tripulación del buque de entrenamiento UNS Singapur escapó de una flota alienígena, se encuentra varada en un planeta desconocido y tiene que sobrevivir contra monstruos mortales y criaturas mágicas.
Esta historia es una traducción al español con...
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Elizabeth Regnar, conocida como Liz por sus amigos, caminó con cuidado por el pasillo embaldosado de la escuela en la que le dijeron que trabajara. Más bien ordenado, pensó mientras ajustaba su ritmo para que coincidiera con la mujer hooman que la estaba llevando a sus nuevos alojamientos y comenzaba su servidumbre hacia ellos.
Le picaba la pierna izquierda por el extraño artilugio que le habían atado al tobillo, el herrero le dijo repetidamente que sabrá dónde está en todo momento y que si intenta cualquier medio de hostilidades, la tobillera se autodestruirá con la fuerza suficiente para volar su pierna.
El herrero hooman demostró además sus capacidades en un maniquí de madera y la pierna de madera con la extraña tobillera negra explotó espectacularmente, para su consternación.
Intentó sentirlo con Detect Magic e incluso aplicó sus sentidos mágicos en el artefacto, pero no se encontró nada. Pero admitió que los hoomans la probaron mejor de lo esperado, excepto por la horrible celda de luz, donde las luces blancas y las voces la perseguían.
Después de que ella accedió a servir a los demonios, no, hoomans como se llamaban a sí mismos. La metieron en una celda más normal, con un catre y rejas de hierro aprisionándola. Luego, pasó toda la semana haciendo actividades extrañas, como hacer preguntas en pergaminos que encontró, extrañamente de excelente calidad.
La llevaron dentro y fuera de su celda a otro lugar donde le dijeron que lanzara su hechizo más poderoso a unos maniquíes esparcidos en un campo abierto con extrañas marcas en el suelo. Ella conjuró su hechizo más poderoso, un hechizo de misiles mágicos mejorado de 300 veces, disparando 300 misiles mágicos a la vez y devastó el terreno.
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Pero notó que las expresiones de los hoomans con ropa gris y blanca apenas estaban impresionadas mientras observaban en silencio y tomaban notas en esas planas tabletas marrones, haciéndola sentir como si fuera apenas pasable a sus ojos. Si lanza el mismo hechizo en la Capital, los espectadores la animarán y comentarán sobre sus habilidades y poder mágico.
En otros días, un soldado de aspecto espeluznante con esos uniformes grises de corte extraño la llevará a visitar a un hooman de aspecto cansado que se llamaba Doctora Sharon. La doctora comenzará a hacer preguntas extrañas, como si quiere algo, lo tomará con un enfoque suave o duro. Y todo el tiempo, el extraño y espeluznante soldado se quedó con los brazos cruzados mirándola con sus siniestros ojos.
