Los primeros copos de nieve cayeron durante la noche, convirtiendo todo el paisaje en un mundo blanco a la mañana siguiente. Vestido con un traje ecológico gris azul marino, Blake paseó por la ciudad recién construida con la princesa Sherene, que estaba envuelta en gruesas pieles, sus botas de nieve crujían sobre la nieve blanda.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tiras de iluminación rescatadas de las escotillas del barco y reutilizadas como farolas alineadas a los lados de la calle. Se puede ver a un par de niños elfos mayores empujando la nieve de las carreteras mientras los más pequeños juegan con la nieve. Un semioruga pintado de rojo, con palabras comunes e inglesas en el frente y los lados, que lo indicaba como un autobús público, se detuvo junto a una parada de autobús, donde colas de elfos y algunos humanos abordaron el autobús.
El área donde los elfos habían instalado sus tiendas fue removida y se construyó una plaza de la ciudad en su lugar. Ahora, decenas de puestos de madera y carros reemplazaron las carpas, convirtiendo la plaza en un animado mercado. Varios escaparates rodearon la plaza todavía estaba en construcción, con más residencias disponibles encima de las tiendas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota: hermosa no lo creen.
"La ciudad está empezando a verse más animada, en comparación con el momento en que llegamos aquí", comentó Sherene, mirando alrededor del mercado con interés.
"Sí, seguro que lo es", asintió Blake, recordando el primer mes en que aterrizaron aquí. "Es más animado ahora".
Productos frescos de las granjas e invernaderos hidroeléctricos, carnes saladas y ahumadas, huevos de wyverns y pico picos hasta leche y lana de muffalos dispuestos entre los puestos. Los elfos intercambiaban sus necesidades diarias con fichas de plástico de colores emitidas por los humanos, cada ficha roja se valora en una sola comida en el comedor público, mientras que las fichas de codicia se valoran en cinco comidas y las fichas azules en diez.
A cada familia o cada uno de los elfos se les dio suficientes vales para dos semanas de comida de la cantina, y por cada trabajo en el que trabajaban se les pagaba una cantidad equivalente de vales por las horas que dedicaban.