shit shot, joon © namjin

02 | Erotic Books in Window

Contenido recomendable para mayores de edad🌺

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➛NamJin
➛Romance.

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Namjoon era un joven escritor de novelas para adultos o novelas eróticas.

Escribía como despecho, método de relajación y un desenganche propio con el mundo exterior.

Yoongi llamándole a cada hora, sus padres queriendo ver cómo iba su vida como los típicos chismosos que eran, preguntándole si ya tenía a alguien que lo abrace en las noches y le prepare el té en las mañanas.

Diablos, nisiquiera le gustaba el té y muchas veces no tenía tiempo ni para verse al espejo al levantarse.

Trabaja de escritor, pero también manejaba un par de negocios; aún que claro, todo por su computador en la comodidad de su acogedora casa.

Y en términos de tener a gente en mente... no tenía a nadie.

Le gustaban los hombres, eso bien lo sabía desde hace años, aún que no sabe desde qué momento. De hecho, las novelas que escribía eran tanto de un hombre y una mujer como de dos hombres amándose. Aún que le gustaba más escribir lo segundo.

Le apasionaba imaginar que él era uno de esos personajes que inventaba y tenía una perfecta vida con un hombre precioso a su lado al que consentía, le hacía el amor, mimaba y tenía muchos pequeños andariegos correteando por la casa y los llamaban a ambos "papá".

Pero claro, los anhelos son sólo eso al fin del día, y él con su trastorno nervioso, su ocupación y lo que catalogaba como su falta de belleza, no podía salir normalmente al mundo exterior y coquetear con alguien, por ejemplo.

Aquella tarde aburrida, nublada y fría, escribía un nuevo capítulo de su novela favorita publicada. "Amores Presos Detrás de la Ventana".

Tal vez era largo el título, sí, pero le encantaba.

La novela iba sobre un joven muchacho que se enamoraba de su vecino al que sólo podía ver a través de su ventana, éste no se daba cuenta de las miradas que le daba su antisocial vecino de enfrente, y de las miradas cargadas de amor y a veces de lujuria que le daba desde su departamento.

Pero esa tarde no tenía inspiración.

Escribía la escena dónde el protagonista miraba a su amor platónico por la ventana una vez más, pero en éste peculiar caso del capítulo catorce, el distraído de enfrente no sabía que era visto y comenzaba a desnudarse con la puerta de su cuarto abierta que podía ser vista desde un par de metros por su dirección a la ventana.

¿El problema? No sabía cómo describir el cuerpo del chico.

Si, tenía veintiocho años pero se consideraba un virgen, sólo había tenido sexo dos veces y casualmente habían sido a oscuras y algo borracho en sus años de adolescente rebelde, cuando aún no tenía esa fobia social por salir al mundo exterior, por lo que no tenía una imagen clara de algún cuerpo masculino ajeno más que el suyo, y él quería relatar uno más diferente.

Sus ojos vagaron por las paredes, cada rincón de su departamento no tan amplio, buscando de dónde podría por casualidad sacar una idea de cómo graficar con sus palabras una bella anatomía masculina pero delicada, muy distinta a la suya.

Sus orbes pararon como por aburrición en los departamentos de enfrente, mirando sin interés alguno las cortinas cerradas, entrecerradas o abiertas pero con interiores vacíos.