2

1.7K 193 7
                                    

-¿Cuándo se piensan enlazar?

Tony escupió el trago de vino que había ingerido, Jarvis miró con los ojos completamente abiertos a su esposo y Steve parecía querer esconderse en su asiento.

-¡Howard! por favor, no tienen ni un año viviendo juntos- reprendió el alfa de la casa

-¿Y eso qué? se aman, son destinados, no veo por qué posponer lo inevitable, la marca les dará más estabilidad, reforzará su unión- Howard quería ayudar a Steve...a su modo pero quería ayudarlo

-Bueno, realmente nunca lo habíamos pensado ¿verdad, Stiff?- fue entonces cuando Tony quedó preso de sus pensamientos, Steve había cedido en muchas cosas, aunque no fuera tanta la diferencia de edad, habían cuestiones que los sobrepasaba, Tony era consciente de lo que la marca proveía para ambos, es solo que, a veces seguía siendo un cachorro temiendo perder su amada libertad, se preguntó si tal vez estaba atando a Steve a una vida que no quería; no podía ser tan egoísta.

Por su parte, el rubio no sabía si matar a Howard o agradecerle, pero todo dependía de lo que quisiera Tony, no le iba a obligar a tener ese cachorro a ser padre tan joven, además, si Tones lo marcaba sería más llevadero el embarazo.

-No

La respuesta tan seca causó confusión en los dos alfas presentes, Howard solo ocultó su sonrisa tras su copa.

-¿Estás bien?- Tony se acercó con cautela a su pareja, su lobo se mantenía alerta y desesperado, algo le molestaba y no sabía que, la desesperación de su lado animal y las incógnitas que se había planteado sobre su relación le estaban pasando una mala jugada, él no quería lastimar a Steve en ningún sentido.

-Si, solo...creo que eso debemos hablarlo en privado- Anthony asintió de acuerdo besando castamente la mejilla de su pareja y apretando la mano del ojiazul.

---------

Howard esperó pacientemente a que Tony saliera, era su último año en la universidad.

Corrió a prisa cuando lo vio desparecer en el camino, entró al edificio y ya en el ascensor presionó el número de piso, sabía que Rogers la estaba pasando mal, no podía dejarlo solo, en su vientre llevaba a su nieto, además, después de todo seguía siendo su mejor amigo.

-¡Howard!

Steve se cubrió de forma instintiva el vientre, se había estado viendo en el espejo, aún no se le notaba la pancita pero esperaba que pronto si, eran momentos como esos en los que se permitía disfrutar de su embarazo, él de verdad quería a ese cachorro pero la sola idea de ser rechazados por Tony lo dejaba en un estado de desolación.

-¿Me vas a dejar pasar?

-Yo...es que... ¡Tony salió!, si lo buscas es que él...- estaba asustado, nervioso.

-Ya sé que salió, vine para hablar contigo.

Steve tragó saliva entrando en pánico al pensar que su secreto había sido descubierto

-¿De qué quieres hablar?- preguntó dejando pasar a su suegro pensando en las miles de excusas que podría poner.

-Se que estás esperando a mi nieto, la pregunta es ¿por qué no le has dicho a Tony?

No contaba con que los Stark siempre eran tan directos.

-¿Qué?- sabía que ya no tenía escapatoria, pensar en cualquier excusa sería tonto, Howard no se hubiera presentado sino estuviera de acuerdo.

-Por favor Steve, tu aroma cambió, no has despegado tus manos del vientre y no me has molestado para nada.

Rogers mordió su labio y de pronto todas las excusas que había formulado se desvanecieron, su pecho dolía y su lobo aullaba desesperado temiendo el rechazo de su alfa pero dispuesto a todo por su cachorro.

-Tony no quiere tener cachorros

Se lamentó cubriéndose el rostro en un burdo intento de ocultar sus lágrimas

Howard solo atinó a abrazarlo.

-¿Ya se lo dijiste?- si fuera así y Tony hubiera sido grosero lo castigaría de por vida, pero Steve solo negó rápidamente dando alivio a su amigo

-No...pero el habla de todo lo que quiere hacer y en sus planes no entran los niños, no lo voy a obligar a ser padre- así como Tony comenzaba a priorizar a su pareja, Steve también lo hacía con Tony, prefería mil veces

-Primero debes calmarte, lo vamos a resolver

-¿Por qué me ayudas? creí que era el pervertido que sedujo a tu cachorro- intentó reír

-Lo eres- le siguió el juego- y eso nos hace familia, ahora sé que las hormonas te están haciendo una mala pasada pero necesito que te calmes

Steve suspiró aliviado.

EvermoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora