Evermore

5

Steve veía entre lágrimas el rostro lastimado de Tony, algunos hematomas en los pómulos y una costura sobre la ceja izquierda, sin contar los diversos raspones y cortaduras que se repartían por toda la zona.

-Debí esperar un poco más... perdóname Tony- Howard le había contado sobre su llamada con Tones, ahora eso le daba un alivio y le hacía sentir culpable por partes iguales.

-¿Sabías que Howard huyó cuando se enteró de la llegada de Tony?

La voz de sus suegros le hizo limpiarse rudamente las lágrimas que parecían no querer parar.

-¿En serio?

Stark asintió un tanto ruborizado

-Tenía mucho miedo y decidí tomar un vuelo a México, pensé que en alguna de sus playas podría perderme pero Jarvis me encontró, siempre lo hace, no importa las veces que pierda el camino, él siempre me encuentra

Rogers fue testigo del amor que sus amigos se tenían y un pensamiento altanero se instauró en su mente pues creía firmemente que lo que él tenía con Tony era superior, porque eran destinados y eso significaba que habían nacido el uno para el otro y que tal vez estuvieron juntos en otra vida y estarían juntos en muchas más.

-Lo que intentamos decir es que es normal sentir miedo, pero no dejes que este te domine y mucho menos que te aleje de todo aquello que amas

Las palabras de Edwin le hicieron asentir y seguir aferrándose a la mano de Tony

-Por favor despierta mi amor, tu cachorro y yo te esperamos.

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La noche fue eterna para Steve, solo encontró alivio contando los latidos de Tony sin dejar de sostener su mano.

Howard le había dicho que podía ir a descansar que no era bueno para él y para el cachorro trasnochar pero Rogers no quería moverse de ahí, no cuando su alfa lo necesitaba.

Y valió totalmente la pena pues cuando los primeros rayos de sol se asomaban Tony fue abriendo los ojos lentamente.

El agarre que sintió en su mano aunado el aroma de Steve le sirvió para no entrar en pánico.

-¡Steve! ¡Steve!

Rogers despertó abruptamente sintiéndose feliz por el despertar de su pareja pero esa felicidad no duró mucho ya que el aroma agrio que desprendía Tony le hizo entrar en alerta.

-Hey, estoy aquí, Tony, tranquilo ¿qué pasa? ¿qué tienes?

El rubio buscaba la mirada de su castaño pero este parecía huir de ella.

-Steve...Steve....-las lágrimas se acomulaban en las pupilas chocolate- no puede ver nada

El omega solo pudo abrazar a Tony, quería calmarlo, protegerlo y aliviar la culpa que comenzaba a sentir.