FLASHBACK.
— Mamá, Chūya no acepta a Ryūnosuke, y eso me preocupa. Yo amo a Chūya, pero él sólo quiere a mi Sushito por ser su hijo...
El jefe de la mafia se acercó a él y posó una de sus manos en un hombro de Dazai, para luego hacer pequeños cariños a Ryūnosuke y a Atsushi.
— Dile una mentira cruel. Dile que yo abusé de tí desde los trece, te dejé embarazado a los catorce y tuviste a Ryū-kun. De ese modo, Chūya-kun podría odiarme y empezar a querer a Ryū, por ser mi hijo y no ser del basurero.
— Eso es cruel... No podría..
— Hazlo, hijo. No quiero que mi nieto siga siendo rechazado por Chūya-kun. Ryū merece ser feliz con unos papis que lo amen, como esos que no pudieron darle amor.
— G-Gracias... Mamá ..
— ¿Si?
— El otro día, Chūya me preguntó la razón de la casita que me diste para vivir con los niños. ¿Cuál es esa razón?
— Tu padre. No quiero que se entere de tu existencia ni de la existencia de los niños. Pronto vivirán en otro lugar más cómodo, aguanta un poco más, Osamu-kun.
FIN FLASHBACK.
•♥•
FLASHBACK (RYŪ).
Dazai y Chūya hicieron aquello por primera vez a sus quince años. Pero llegó la hora en que el castaño debía regresar a su casa, para no levantar sospechas de su tardanza al "salir a la zona de videojuegos con Chūya", como había dicho a Mori, su progenitor maternal.
— Chūya, debo irme...
— ¿Alguien te espera en casa? ¿Tienes padres, Dazai?
Cuestionó serio. El castaño sonrió, no podía decir nada sobre su parentesco con el jefe de la Port Mafia, ni a Chūya ni a nadie. Era algo muy confidencial.
— No, Chūya. Pero debo ir a dormir.
Respondió con una sonrisa.
— Quiero una cuarta ronda, Dazai. Estar dentro de tí se sintió bien.
Estaban sonrojados, sus corazones latían a gran velocidad y sus miradas posadas en el otro, los ponía más nerviosos. Era un momento que jamás olvidarían, pero no eran una pareja de novios.
— S-Será después... Quizás... un año o más después... Estoy agotado, Chūya. Sólo quiero descansar. ¡Nos vemos!
Sin interesarle lo que Chūya pudiera decir después, salió de la casa, con destino a la suya, caminando lento, pausado, por un dolor en sus piernas y cadera. Estaba exhausto.
Iba por un callejón oscuro, donde nadie pudiera ver lo extraño que caminaba.
— Chūya lo tiene pequeño, pero es bastante placentero sentirlo. Para ser la primera vez de los dos, fue maravilloso.
Murmuraba, aprovechando que estaba solo.
— Chūya y yo olvidamos usar condón... Espero no suceda nada, no podría cargar con un bebé de Chūya en mi vientre, eso sería raro.