La noche, por mucho la más confiable amiga de cualquier ladrón o asesino que se precie, su obscuridad cuasi-absoluta permite a quien sea que tenga un mínimo de inteligencia obtener cualquier cosa.
Es en una noche, tan solo iluminada por las estrellas, que esta a punto de ocurrir un conflicto puramente caótico.
En una "iglesia" totalmente oculta al ojo público, continúa la cruzada por el poder,sin importar el precio a pagar.
Se podían ver múltiples guardias protegiendo las entradas y las torres que componían la iglesia, además de sus alrededores, eran las 3 de la mañana, y por fortuna para quienes vigilaban la entrada principal, estaba por tocar el cambio de guardia, uno de ellos rompió el silencio.
_... Oye, Azek, ¿no crees que es algo inútil?- dijo aquel hombre, con facciones de mediana edad.
-¿A que te refieres?- expresó el joven al otro lado de la entrada, su cabello morado algo corto se movía al son del viento.
-Toda esta guardia, tener que pagarle a tantas personas; es decir, no es que esta zona requiera mucho patrullaje a nivel general, está alejado de la sociedad, sin mucho secreto... Ni siquiera creo que los "tesoros sagrados" que supuestamente se guardan aquí sean tan importantes, ninguna facción demostró interés en robar esos supuestos "supresores", mucho menos en tiempos de paz tan fragil- dijo con profusa resignación, a veces pensaba lo sobre protecotora que era la autoridad religiosa, con todo su misticismo.
-Mmm, no lo creo, después de todo cualquier poder que puedan conservar es la diferencia entre la seguridad, o la expansión de cualquier raza mágica u otros poderes impíos.
¿Sabes? Ultimamente hay rumores de unos super hiper mercenarios, que harían lo que fuera por sacar tajada de quien sea, probablemente en lugares como éste... Pero miralo por el lado bueno, mas trabajo es mas paga a futuro, especialmente si es algo tan fácil como vigilancia- expresó, mientras se acomodaba su gorra roja, no era parte del uniforme, pero como decía tener una horrenda cicatriz de nacimiento, le permitieron concervarla, y debía ser cierto, puesto que jamás se la quitaba, sin importar la circunstancia.
-Ya te digo, y aquí entre nos... También enfocarse en la nueva limpiadora, quiero decir, aún con voto de celibato, tienes que admitir que es un manjar a la vista- afirmó el guardia, refiriéndose a una trabajadora nueva de hace unas semanas, poco tiempo después de que se uniera el joven Azek, con quien hablaba ahora, era confiable, algo callado, pero amigable.
-Nng, supongo que tiene su pequeño punto- dijo Azek, aunque con clara incomodidad en sus palabras.
-¡Ho! mira por donde, ya es hora del cambio... Mira amigo, ha sido un placer trabajar contigo (en tus sueños) pero lastimosamente se acaba un poco el juego; habrá que ver que les haran los cargos superiores- finalizó, con clara gracia en sus palabras, mientras aparecían a lo lejos sus remplazos.
-¿He?, ¿A que te refieres?- cuestionó algo fatigado, el sueño le empezaba a afectar un poco.
-Nada importante- se retracto ligeramente mientras se iba del lugar, aunque por otra dirección, se podían escuchar pequeñas carcajadas de su parte.
Una vez alejado, sonó su teléfono, ya casi era hora.
Tomo el aparato, con el fin de contestar, y al instante tras hacerlo, sonó una vos femenina, algo ruidosa... Demasiado para su gusto.
-¡Jefe jefe jefe! ¿Ya va siendo hora, no? Déjeme adivinar, ¡mis instintos me lo dicen! hablaba sobre mi, ¿A que si?- preguntó la voz.
-En primera: pedazo de inepta, créeme, a pocas cosas les podría encontrar menos pragmaticidad que hablar sobre ¡Tí! Precisamente. Segundo:no, y te lo volveré a repetir, hasta que Zakariel no tenga éxito con las cámaras... ¡No, empiezas, tu parte! ¿Entendido?- sus ligeros gritos a la "primera" no se hicieron esperar.
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DevilsXDragons... And Others.
Fanfiction¡El Mundo!, un lugar sin duda maravilloso y para nada injusto donde vivir; donde reina el amor, el entretenimiento y la lógica... ¡Qué maldita estupidez! ya quisiera yo que este mundo en dónde nací tuviese aunque sea un poco de lógica, pero tras mi...
