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Silencio

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Silencio.

Era todo lo que había en el pasillo hacia los dormitorios de primer año.

Eran solo ellos dos.

Naoki podía escuchar perfectamente el rápido latido del corazón del rubio, lo que lo preocupaba aún más.

—¿Katsuki...?

¿Por qué razón llegarías a besarme? Ni siquiera soy la mitad de bonito... —apretó sus puños con fuerza—. Le diste tu suéter... —titubeó.

Es solo poliéster, Katsuki —rascó su mejilla, apenado.

Pero te gusta más ella que yo... —soltó una risita triste.

—Katsuki... —intentó acercarse a él.

¡Desearía ser ella! —gritó con desesperación.

No podía quedarse ahí, no quería ver a nadie, quería huir de todo, en especial de Naoki...

Lo empujó, logrando que el peliblanco cayera al suelo. Katsuki sentía cómo sus ojos se aguaban aún más, y sin pensarlo, salió corriendo hacia los dormitorios.

Mientras el aire golpeaba su rostro, intentaba limpiar las malditas lágrimas que caían una tras otra sin detenerse. Odiaba ese sentimiento, lo odiaba con todo su ser.

¿Quién había mandado a su corazón a enamorarse de aquel peliblanco? ¿Por qué tenía que ser él?

Miles de preguntas pasaban por su mente, pero ninguna tenía respuesta.

"Desearía ser ella..."

Llegó a los dormitorios y entró rápidamente, siendo observado por sus compañeros.

No le prestó atención a nada y siguió corriendo, siendo regañado por el delegado de clase, quien le pidió que tuviera cuidado.

Solo quería encerrarse en su habitación, solo eso.

Mientras tanto, Naoki...

El peliblanco seguía atónito, no podía creer que el gran Bakugou Katsuki se hubiera derrumbado frente a él, y que, de alguna manera, hubiera declarado sus sentimientos.

Miles de emociones chocaban dentro de él, y comenzó a murmurar cosas como Midoriya.

Un golpe suave en la frente lo trajo de vuelta a la realidad. Observó a su madre, quien lo miraba confundida y con una sonrisa burlona.

—¿Qué te sucede? ¿No deberías estar en los dormitorios? —preguntó.

—Y-yo... —tartamudeó.

—¿Ahora te comió la lengua el gato? ¡Vamos, cuéntale a tu madre! —insistió con entusiasmo.

—Y-yo... Katsuki, é-él...

—¡Habla bien, Naoki!

—¡Katsuki de alguna forma me declaró sus sentimientos y no sé qué debo hacer! —soltó de golpe.

—Oh... Espera, ¡¿cómo que no sabes qué hacer?!

—¡No, no sé qué hacer! —sollozó.

—¡Pues ve por él, mocoso insolente! —lo levantó de un tirón y lo empujó hacia la salida—. ¡Anda, ve por él y más te vale decirle que también te gusta!

—¡¿Cómo sabes eso?! —exclamó, sonrojado.

—¡Shota me lo dijo, así que más te vale hacerlo! —logró sacar al peliblanco de la U.A. y cerró las puertas tras él.

—Oruga traicionera... —murmuró, enojado y avergonzado.

 —murmuró, enojado y avergonzado

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HEATHER  ||  Boku No Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora