You're My Only

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Después de la catástrofe celestial, las almas de Nezha y Aobing se almacenaron dentro de la linterna de loto, pero los dos no habían recuperado sus formas físicas. Las perlas demoníacas y espirituales eran originalmente una, juntas las dos eran felices, aparte, ambas sufrían. El orbe celestial y el orbe demoníaco eran originalmente uno, juntos, y sin duda se recuperarían más rápido, mucho mejor para que sus cuerpos regresaran. Y así, Taizi Zhengren les envió a los dos el reino de pintura Jianghe Sheji para entrenar, el mundo limpio y espiritualmente cargado, con el fin de alentar el cultivo de los dos.

Al principio, cuando Nezha se enteró de que lo iban a enviar al reino de la pintura Shanhe Sheji, estaba descontento y dijo que no entraría sin importar qué, pero al ver que Aobing también iba a ser enviado allí, aceptó obedientemente.

Los días de cultivo fueron realmente innumerables y difíciles de contar. Al principio, Nezha estaba emocionado de "actuar como anfitrión" y jugar en el reino de la pintura con Aobing. Pero a medida que pasaba el tiempo, se fue familiarizando con cada flor, cada brizna de hierba, cada árbol, se cansó de verlos y se cansó de jugar. Y entonces empezó a pensar en los dos cuernos de Aobing.

Más tarde, un día, Aobing estaba trabajando pacíficamente en su cultivación, cuando notó que Nezha no estaba entrenando, sino que lo miraba fijamente.

— Nezha, ¿por qué me miras?

Nezha se volvió hacia Aobing, una mano apoyada debajo de su cabeza, un palo descansando ociosamente en su boca, y respondió, entusiasmado: — Quiero tocar tus cuernos.

Aobing pensó que había escuchado mal, pero al ver la sonrisa malvada en el rostro de Nezha, se dio cuenta de que debía haber tenido un plan malvado y rápidamente respondió: — ¡No! Tú ... ¿qué estás tratando de hacer?

— ¡No estoy tratando de hacer nada! En el pasado, cuando vi pinturas de dragones, sus cuernos siempre fueron gruesos y enormes, ¡y siempre se vieron tan geniales! Solo quería tocar uno, saber cómo se siente, pero siempre estaba encerrado en mi casa y nunca vi otros dragones. Y después de toda la dificultad de entablar amistad contigo, ahora que somos amigos, déjame tocarlos, ¿por favor, por favor? — Nezha mintió sin siquiera sonrojarse.

— Pero ... pero el tío dijo ...que los cuernos no son algo que cualquiera pueda tocar

— ¿Soy cualquiera? ¿No somos nosotros mejores amigos?

Nezha hizo una expresión que hizo que Aobing se pusiera nervioso y enojado.

Nezha, desde el momento en que nació hasta ahora, había estado encerrado en la residencia Li, y de los asuntos del reino mortal, tenía poco conocimiento, por mucho que los orbes demoníacos trascendieran todo y que los anillos Qiankun limitaran su poder, aunque su energía espiritual aumentaba día a día, era bastante idiota.

En cuanto a Aobing, un día que pasó en el reino espiritual fue un año en el reino mortal. Lo que había pasado y lo que había presenciado superaba con creces sus tiempos, tenía su parte de conocimiento sobre los amores apasionados y las costumbres del reino de los mortales, así que cuando escuchó que Nezha quería tocar sus cuernos, se sonrojó al instante.

— Bueno ... bueno, ¡incluso así no puedes!

— ¡Si te niegas tan firmemente, entonces no puedo! ¡Tacaño! ¡Hmph!

Al caer la noche, Nezha permaneció despierto, mirando el cielo nocturno, sus pensamientos llenos de los suaves y delgados cuernos de Aobing. Cuanto más Aobing se negaba a dejar que los tocara, más quería hacerlo. Por lo tanto, Nezha se incorporó y se acercó sigilosamente a un dormido Aobing, estirando cuidadosamente su mano y tocando los cuernos que había tenido en su mente todo el día.