Un amor prohibido, el cielo y el infierno. Louis estrella de la mañana, el hijo del diablo, el príncipe del mal. Harry el nuevo ángel de la bondad, el segundo hijo de Dios. Sentimientos, aventuras y secretos en medio de una guerra celestial es lo qu...
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Timy despertó tres horas después, Louis y yo nos quedamos en el cielo intentando descifrar lo que había sucedido.
Solo había un ser que era capaz de calmar a las almas.
—Trae un alma, por favor— pedí a un arcángel, me sentía mal porque una parte de mí las estaba usando a lo desgraciado, sin embargo necesitaba saber lo que estaba pasando con Timy, el arcángel asintió y se alejó en busca de una.
Estábamos en mi oficina y el pequeño estaba abriendo los ojos poco a poco en el sillón, Louis estaba sentado en la esquina y cuando lo vio despertar se levantó lentamente.
—Agh— dijo Timy quitándose la pereza de encima y bostezando, los oídos dejaron de sangrarle rápidamente y se veía más tranquilo.
—¿Cómo te sientes? —pregunté quitándole un par de cabellos del rostro, Louis se mantenía atrás de mí con los brazos cruzados y el ceño ligeramente fruncido.
—Ya estoy bien, creo— dijo despertando por completo, se sentó y comenzó a mover sus pies.
—Niño, vamos a hacer algo— dijo Louis acercándose a él, Timy le prestaba suma atención a sus palabras y se mantuvo serio — tenemos que comprobar algo ¿bien?—y el pequeño asintió.
—¿Qué cosa?
—Préstame atención, traeremos un alma para ti, solo una y quiero que hagas algo parecido a lo que hiciste en el infierno— sus explicaciones no eran muy buenas.
—No, no. Harás algo un poco más celestial ¿Si me entiendes?— Louis no tenía paciencia con nadie, pero con el niño frente a él era diferente.
—Solo debes intentar calmarla— resumí.
—Eso, si, eso— dijo Louis.
Timy se levantó y se arregló el cabello, era un niño decidido y fuerte, luego de sacar a tres demonios ya estaba listo para calmar a un alma más.
El arcángel llegó y salimos de mi oficina, todo el cielo estaba rodeándonos, todos esperaban por el show central y especial.
Nos abrieron camino y Timy se acercó a nosotros, estábamos en medio de aquellos seres, todos perfectos y amables, sin embargo aquella tarde el ambiente era un poco pesado, había preocupación, almas desatadas por la presencia de Louis y del pequeño, arcángeles a la espera y ángeles a punto de conocer...
—Solo intenta calmarla, es un alma que aún no descansa en paz — explique y Timy sin decir nada, solamente caminó a paso lento hacía el alma.
Louis y yo nos quedamos atrás, igualmente preparados en caso de que esto no funcionara.
El pequeño iba con una caminata pausada, a paso seguro y pude sentir su miedo, pero también a la paz que su corazón expulsó cuando estuvo frente a aquello, era un niño, levantando la mano y colocándola en el pecho de un alma dolida y atormentada.
