Prólogo

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Era tan fácil la manera en la que sus lágrimas caían, que cada vez que lo hacían resquemaban más y más. Era incapaz de sentir tanto dolor por culpa de una persona, sin embargo él era la excepción. Nunca imaginó que una persona tan insignificante para el mundo, pudiera destruirla por completo en un simple segundo.
Los humanos no nacemos con poderes ni con habilidades extraordinarias, en cambio nacemos con la capacidad de ser la fuente tanto de felicidad como de sufrimiento de una persona. Es impresionante como alguien es capaz de vivir solamente por una persona, que si no fuera por él o ella esa persona estaría sin vida en estos momentos, pero algo aún más impresionante es la capacidad que tiene una persona de hacerle tanto daño a otra, que esa otra persona tiene la necesidad de acabar con ese dolor por mucho que le amen las personas de su alrededor.
Cualquier ser humano es capaz de construir y destruir a alguien en tan solo unos minutos o incluso segundos, nadie sabe exactamente como funcionan los sentimientos pero por muy diferentes que sean en cada persona las consecuencias pueden ser muy similares...

Jace Wilson y Violet Stone, dos adolescentes españoles en Estados Unidos y enamorados. V y J son dos adolescentes solitarios con demasiados problemas en su vida como para preocuparse por los de otra persona, pero una vez que se conocen eso cambia y sus problemas aumentan al igual que su felicidad y su tristeza.

La historia de amor trágica de estos dos jóvenes es de película, pero no de cualquier película, si no de su película.

Demasiados momentos felices pero los superan los momentos de dolor.

"- Tuve que elegir entre tu felicidad y tu futuro, y como un tonto elegí tu futuro, tenía la esperanza de que si te dejaba y me alejaba de ti me olvidarías y dejaría de provocarte daño- dijo caminando hacia mí

- Nunca, creeme que nunca, podría olvidarte, y, nunca me provocaste ningún daño fui yo misma la que me lo provocó- dije llorando mientras le daba una calada al cigarrillo que sostenía sobre mis manos

- Pensé que seguirías a delante y obtendrías todo lo que te mereces pero en cambio te has convertido en mi, llevas tres días llorando; drogándote y bebiendo vozka y lo que sea que es eso, por mi culpa, solo por mi culpa, y creeme que me siento como una mierda por eso- dijo quitándome el cigarro y tirándolo por la ventana de mi habitación la cual estaba abierta

- no es tu culpa las decisiones que tomo, si me cortase las venas cree que no sería tu culpa, de echo tú serías la razón por la que no lo hubiese hecho antes, no debes sentirte culpable por mis cosas- dije tapándome con las sábanas ya que empezaba a hacer frío al no tener el fuego del cigarro

- me da igual, me siento así y digas lo que digas sé que yo soy la razón por la que estás así, te mereces mucho más que la mierda que soy, yo no te merezco- dijo mientras le empezaban a caer lágrimas sentándose frente a mi en mi cama

- claro que me mereces, de echo yo soy la que no te merece, tan solo mírate, eres el tipo de chico que cualquier chica querría en su vida, si me diesen lo que me merezco realmente creo que me darían una piedra en vez de a ti, y si fueses tú lo que merezco te juro que me darían la tierra entera- dije con los ojos cristalizados

- y yo creo que lo que me merezco como mucho sería un palo, y si fueses tú me merecería toda una galaxia, y sabes que, puede que haya pasado un segundo, pero he decidido que ahora todo eso ya no me importa, porque te prometo que intentaré con todas mis fuerzas que la galaxia se mantenga junto a mi por muy destrozada que esté la tierra, lo intentaré, te lo prometo- dijo agarrándome las mejillas con sus manos frías

- te prometo que yo también lo intentaré- dije asintiendo mientras las lágrimas salían de mí"

Pero esta historia no es solamente de amor si no también de amistad y familia.

Los amigos y familiares te pueden destrozar tanto como una bala de pistola directa al corazón, pero a veces te puede salvar tanto como si fuera tu propio oxígeno. Pero hay veces que no sabes si quieres respirarlos o que te atraviesen el corazón.

"- ¡ey! ¡Violet! Porfavor, no me evites, porfavor, te he estado intentando ayudar con todo esto pero no me dejas, no puedo si no me hablas- dijo Marissa empujando a las personas de la pista para llegar a mi

- te he dicho un millón de veces que no necesito tu ayuda ni la de nadie- dije intentando que se vaya

- ¿Estás bien?- preguntó en susurro una vez frente a mi

- ¡Ja! Acaso eso es posible, ¿como crees que estoy?- dije dándole una calada a mi cigarrillo

- pues no lo sé porque nunca estuve en tu lugar, pero supongo que mal- dijo con pena

- claro que estoy mal Marissa, se supone que estaría aquí con él, riéndonos de como la gente se tropezaba y se pisaban los unos a los otros bailando, sin embargo, estoy aquí parada, en el medio de la pista rodeada de gente, llorando y fumando marihuana- dije mientras las lágrimas no dejaban de salir

- oye escúchame, podemos solucionar esto, te ayudaré, te lo prometo- dijo intentando acercarse aún más a mí

- sabes, sé que no me gusta este tipo de cosas, ni a él ni a mí, pero en algún lugar de mi mente me imaginaba aquí con él, bailando como el resto de personas aquí presentes, pero sería ilógico no, digo, como te puedes imaginar haciendo algo que no te gusta, pero yo en el fondo quería que pasase, y mi mente sigue imaginando que él entrará por esa puerta, que me mirará a los ojos y se acercará a mí para tomarme de la mano y comenzar a bailar juntos, pero es imposible, porque está muerto y yo lo maté- dije desbordándome sin intentar ocultarlo

- ¿Que? No, él no está muerto, lo vi hoy en la escuela, ¿De que hablas?- dijo confundida la pelinegra

- lo maté con mi corazón, le di justo donde más duele, en el corazón, pero sabes algo, el también me mató, de la misma manera y en el mismo sitio, de alguna manera los dos estamos muertos y para la muerte no hay cura- dije yéndome de allí

- escúchame, lo solucionaré, te ayudaré, estaré contigo pase lo que pase y para lo que sea, te lo prometo- dijo tomándome del brazo evitando que siguiera andando

- yo ya no creo en las promesas- dije soltándome y dirigiéndome a la salida"

Nadie sabía que una persona fría se podía volver aún más fría, pero lo descubrieron cuando Jace y Violet se destrozaron mutuamente. Tampoco sabían que dos personas que primero se amaron y luego se odiaron podían seguir amándose como el primer día.

Ni siquiera ellos pudieron seguir en pie, ¿Que os hace pensar que a cualquier persona que le pase esto pueda?

Esta es la historia de V y J.

Bienvenidos al principio y al final de todo.

Solitarios tu y yo    [PROXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora