Capítulo 1

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James Cali

"Calma", una palabra de cinco letras que define un estado de quietud, serenidad, sosiego o reposo según internet, una palabra, un sentimiento que se puede arruinar en un insignificante segundo en donde todo se encontraba bien de repente y de un momento a otro, ya no se veían las cosas, nada, pero, cuando digo nada es, joder, nada bien.

La voz de Eminem suena de fondo mientras la brisa se cola por la ventana de mi camioneta y la larga y oscura carretera nos toma en esta profunda asi como silenciosa noche, en donde no había ni un solo auto andando a parte del mío, y las luces de los faros que se suponen que deberían iluminar la autopista se encuentran sin funcionar.

Solo había una intermedia que alumbraba en la parte cerca del túnel titilando tal cual bombilla dañada, dándole a esta escena un toque sombrío como de película de terror, tipo de esas en las que una mujer de cabellera negra  aparece en medio de las fallas de el faro y bum! impacta justo en tu cara, haciendo que brinque del susto, o en mi caso, solo quedarse a esperar por algo mucho mejor.

Hace mucho  que deje de temerle a actos como a aquellos o a cualquier cosa en general, las experiencias te cambian y los errores te hacen más fuerte, creo que así dice la canción, aunque en realidad no recuerdo, yo en mi caso, aprendí de ambas, y mis manos enguantadas son la prueba de esto, muchos dirían que es una desgracia y una maldición más creo que es mi propio recordatorio, que me dice que los débiles no avanzan , y que sólo los que tienen fuerza de voluntad, pueden ser marcados por la vida y usar esa energía para continuar y no dejarse derrumbar, ya que, si eso te llega a pasar no vas a poder moverte  con facilidad y esto es algo que aprendí por mi mismo haciéndome quien soy ahora.

Más una voz suena al frente de mi persona, y  —Señor, Cali estamos llegando a el Puerto—.

La voz de mi chófer hace que salga de mis ridículos pensamientos y logra que me enfoque por completo, estaba por llover y lo pude notar por el clima que teníamos arriba, las nubes más grises de lo normal, la marea fuerte y brisas bruscas, me hacen fijar que estaba de puta madre está noche y eso me recalca que solo estoy aquí por un emergencia.

Había recibido una  llamada a mitad de la noche en donde me indican que según parece parte de la mercancía que sería enviada hoy a uno de mis mejores clientes, tiene una falla grave.

Dejándome atontado y enojado a la vez, ese tipo de cosas,  es algo imposible cuando de Trata de Blancas se habla, y más, cuando mi nombre es reconocido por eso y mis mujeres son puro oro para cualquier comprador,  no entrego nada averiado y cada una es elegida meticulosamente para ser enviada,  por eso mismo me encargo de estos actos en persona cuando alguna parte del envío tiene errores (que pasa poco) y me aseguro de que sean arregladas.

Anualmente, hago una búsqueda detallada de cada mujer para poder entregar, y justamente hoy enviaba a 20 de mis mejores damas con grandes esperanzas.

Este lote tenía algo especial y lo podía sentir en el aire, así como pude sentir la tensión de los trabajadores cuando pocos minutos después, mi destino se encuentra en frente, y mis guardias  me abren la puerta de la camioneta negra, dejándome bajar a paso firme con el mentón en alto y mi rostro neutro acomodando mi chaqueta a medida que camino  por el puente que conecta con el barco, viendo en segundos a mi chico de confianza que siempre se encarga de revisar cada envío y que justo ahora, destila pánico por todos lados.

—¡Señor!—.
Ahí estaba Jack, un chico rubio de melena corta y enrulada, con ojos café, piel clara, lentes grandes estilo culo de botella y de más o menos 1,77.

Buena persona, pero una que se metió con la gente equivocada, A decir verdad es algo que pasa mucho cuando se habla de la mafia, pero no con chicos como el,  tiene más de 3 años trabajando para mí, y sigue sin pagar su deuda, creo que ya el mismo está mentalizado en que su vida y energía están amarrados a la Mafia Italiana y que por mucho que intente esforzarse, no hay forma de pagar tal acto que hizo aquel.

Celda 10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora