Capítulo 5

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Fallon Brown

—Luego de la llamada.—

Mis dedos se mantienen quietos mientras la comida se me enfría en la cara por el pequeño shock en el que me encontraba.

Todo alrededor seguía igual o hasta peor que como cuando llegue y creo que lo que más lo pone incómodo y tenso, es el par que se encuentra a espaldas del señor que tengo delante.

Parecen dos viejas chismosas que les gusta criticar y cotorrear.

— Ahora no comes? — hablan en mi frente uno de los socios que rodeaban al jefe como si fuera el más importante, logrando que yo medio me espabile.

— Creo que prefiere lo que le daban en el barco — se burla el de al lado.

Estos tenían rato buscando como meterse conmigo, y bueno, disfrutan de hacerlo.

— Mejor démosle un poco de agua del lago con un pedazo de pan, a ver si eso se lo comería mucho más rápido la esclava— 

El que tiene ahí le sigue la corriente, y entonces estos dos se carcajean entre ellos, mientras la mujer y el otro hombre que se estaba deteniendo a mirar a James se queda quieto haciendo que a mí se me erice la piel por un momento , y solo se me ocurra mejor ni si quiera intentar ver a el tipo que estaba comiendo algo estresado en la otra punta, de seguro pensando en lo infantil que podían llegar a ser sus compañeros o en lo fácil que sería para el matarlos, con lo tenso que se encuentra luego de terminar esa llamada que hasta a mí me puso sería y me dejó con la saliva seca solo por el nombre que mencionaron.

— Y si le damos pescado? — no se detienen los de los lados.

— Para que vomité otra vez? ,  estas loco hermano— se burla como si nada.

— Vomitar? — el de la izquierda arruga la nariz como conejito y me mira un segundo quizás esperando que le diga algo.

— Acaso no te enteraste? — este niega.

— Llegó toda manchada de vomito y tuvieron que bañarla porque la nene tenía mareos en el barco y estaba como adolescente con la peor resaca.—

Sueltan risas agrias, y mis dedos se mueven hacia los cubiertos que tengo en frente, solamente siendo apretados para no tomarlos y entonces...

— ¡Será que aquí no puedo comer en paz.!—

Un golpe seco se escucha en toda la mesa haciendo que la sala se quede en total silencio, y mis ojos se enfoquen en los del jefe que me mira como perro rabioso listo para atacarme.

— Tengo que ponerlos a hacer algo más a ver si así se callan la puta boca ya , o mejor se las coso como a los muñecos para que se calmen y dejen la tontería que se cargan.?—

La voz de James hace que relama mis labios a medida que tomo como  quinientas respiraciones profundas para no coger el cuchillo de carne que me colocaron en la mesa justo en frente, dispuesta a  lanzarselo en la papada que ni el viejo este tiene.

Cosa que, no se si quiera si es viejo , este se ve un tanto mayor con esa barba levemente afeitada y ese porte tan masculino que solo logra que me confunda y me lo imaginé como un suggar daddy de 41 o un fuckboy de 25...

— ¡Tu! — me señalan y mi rostro se alza dispuesto a buscar al responsable de dicho llamado que me hace apretar los labios y dejar los pensamientos raros. — Comes o hago que te la comas. —

Creo que, para cualquier persona seria fácil adivinar, quien sería el dichoso personaje hijo de puta que desde que llegó solo me ha mandado como un completo idiota, y justo ahora me está fulminando con la mirada así listo para derretirme con sus ojos grisáceos.

Celda 10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora